Dice Warren Buffett, el mejor inversor de todos los tiempos, que se arrepiente de no haber empezado a invertir antes… Y eso que lo hizo con 11 años.
La razón es muy sencilla: cuando más tiempo tengamos por delante mayor puede ser el efecto bola de nieve que se genera en la rentabilidad de nuestras inversiones. Si echamos a rodar una pequeña pelota por la pendiente de una montaña nevada, cada vuelta que da le hace ganar volumen y hace que, sin impulsos ni esfuerzos adicionales, más copos se vayan pegando a la esfera.
Lo mismo sucede si conseguimos rentabilidad con nuestras inversiones. Los rendimientos que se van generando pasan a formar parte de la ‘bola’ y van haciendo más grande la cantidad que tenemos invertida, lo que hace cada vez sea mayor la base sobre la que se va generando la rentabilidad.
Esto es lo que conoce como interés ‘compuesto’ (a diferencia del interés ‘simple’, que es la rentabilidad que obtenemos al final de un periodo con la inversión realizada al inicio) y cuyo impacto a nuestra mente ni siquiera le resulta fácil calcular porque no está acostumbrada a proyectar números de forma no lineal.
Por eso, herramientas como la que podrás encontrar a continuación nos pueden ser de gran ayuda, ya que nos muestran cuánto dinero se pueden acabar convirtiendo nuestros ahorros a lo largo del tiempo en función de la rentabilidad media anual que logremos con nuestras inversiones.
Por ejemplo, imaginemos que tenemos 20.000 euros ahorrados, decidimos invertirlos en bolsa y logramos una rentabilidad anualizada del 6,6%. Esta cifra parece elevada en esta época de tipos negativos, pero prácticamente se corresponde con el retorno medio anual de la bolsa americana en los últimos 120 años, según datos de JPMorgan AM en su informe 'Guide To The Markets'.
¿Cuánto tendremos 20 años después? Sin invertir ni un euro más, solo por el efecto de la rentabilidad, esos 20.000 euros se habría convertido en 71.800 euros con esa rentabilidad del 6,6%. Pero si estiramos el plazo a 30 años, nuestra inversión se elevaría casi hasta el doble, más de 136.000 euros, y se acercaría a 260.000 euros a 40 años.
Como se puede ver, cuanto mayor sea el plazo de la inversión, mayor será el impacto que conseguiremos gracias a esta fuerza del interés compuesto. Puedes hacer tus propios cálculos en función del activo con el que inviertas con esta herramienta interactiva que te traemos 'Invertia' y Finect.