Enero ha comenzado con subidas de impuestos. No eran noticias nuevas. El detalle lo recogieron los Presupuestos Generales del Estado del Gobierno de coalición formado por PSOE y Unidas Podemos, y que fueron aprobados por mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados a principios de diciembre y ratificados por el Senado a finales de mes.
Se trata de las primeras cuentas públicas aprobadas por el Parlamento desde 2018 y más allá de traer medidas para impulsar la economía ante la crisis derivada del Covid-19, harán que todos los españoles, en mayor o menor medida, tengan que rascarse el bolsillo. Pero, ¿cuánto? Lo que está claro es que los peor parados serán los ahorradores e inversores.
La cuantía dependerá del número de impuestos que afecten a cada ciudadano, pero hay algunos que afectarán a todos. Es el caso de la subida del IVA a las bebidas azucaradas. El IVA de todos los refrescos, zumos y demás bebidas que contengan azúcar sube del 10% al 21%. En la práctica supone pagar unos diez céntimos más por lata de Coca - Cola que se adquiera en el supermercado. Los bares y restaurantes quedan exentos de esta medida, por lo que no se deberá pagar más si el refresco se consume en un establecimiento hostelero.
Otra subida que también afectará al carrito de la compra es el nuevo impuesto a los envases de plástico de un solo uso, incluidas las bolsas del supermercado. Esta medida, que se pondrá en marcha a partir de julio, supone un coste adicional para este tipo de artículos del 26% que terminará recayendo en el consumidor. Es más, según los cálculos de la plataforma defensora EsPlásticos, si se suman al 42% que ya pagan este tipo de envases por aportación al punto verde, implicará que sean un 68% más caros.
Todos aquellos que tengan contratado un seguro, bien sea de automóvil, responsabilidad civil u hogar también deberán pagar más por sus primas. En concreto, el Impuesto sobre Primas de Seguros pasa de un tipo del 6% al 8%, y aunque a quien afecta directamente este tributo es a las compañías, los asegurados también se verán afectados. En concreto, los seguros de coche subirán unos ocho euros, mientras que los de hogar lo harán unos cuatro euros, según cálculos de Rastreator.
Cambio de coche
Cambiar de coche en 2021 también implicará un mayor precio que en años previos, ya que el impuesto de Matriculación, que se basa en las emisiones de CO2, tendrá en cuenta las homologadas según el ciclo WLTP, que son más altas. Con esta modificación, algunos coches cambiarán de grupo y por lo tanto el tipo de impuesto que se les aplica subirá. Cuanto mayor sea el consumo del vehículo, más alto será el tipo del impuesto. Según cálculos de la OCU, para un coche de 20.000 la subida puede significar 950 euros más.
Los autónomos también deberán rascarse el bolsillo un poco más en 2021, ya que su cuota mensual se incrementa entre tres y doce euros mensuales. Así, la cuota mínima quedará en 286,15 euros, lo que implicará 36 euros más al año, mientras que la máxima subirá hasta los 1.233, lo que supondrá 144 euros más anualmente.
Ahorradores e inversores
Los ahorradores y los inversores serán los peores parados. Los planes de pensiones, pensados específicamente para el ahorro para la jubilación, es uno de los vehículos más penalizados. Si hasta 2020 permitían un ahorro fiscal de hasta 3.600 euros, a partir de este año este beneficio se limitará a 900 euros. Esta es la consecuencia de reducir su aportación máxima desde los 8.000 euros a los 2.000. Como consecuencia, según una encuesta realizada por Finect, el 52,1% de los ahorradores que pensaban empezar a llenar la hucha para la jubilación han cambiado de opinión por esta medida.
Invertir en bolsa también saldrá más caro debido al nuevo impuesto sobre transacciones financieras, más conocido como Tasa Tobin. En concreto, La compraventa de acciones de compañías españolas con una capitalización superior a los 1.000 millones se gravarán al 0,2%. Con ello, todas las empresas del Ibex 35 y una veintena de las compañías del Mercado Continuo se verán afectadas.
Aquellos inversores que tuviesen invertido su dinero a través de una sicav también pueden verse perjudicados. Los cambios implican que para poder beneficiarse de su régimen fiscal especial será necesario invertir, como mínimo 2.500 euros. Por lo que todos aquellos que tengan invertido una cantidad menor perderán los beneficios.