El petróleo es uno de los activos que mejor se está comportando desde el inicio de año, y ya acumula una subida superior al 20%. Los inversores están apostando por una fuerte recuperación económica, sin embargo, este incremento de los precios no se ha producido por un aumento de la demanda, sino por una reducción de la oferta.
Durante el año pasado, el crudo se convirtió en uno de los grandes protagonistas del mercado al caer hasta mínimos del año 2001, en torno a los 20 dólares por barril. Durante los meses donde se concentraron las medidas de confinamiento más estrictas, la demanda llegó a caer cerca de un 70%, e incluso las entregas de petróleo físico llegaron a cotizar en negativo.
Por increíble que parezca, hubo un momento en el que los productores norteamericanos llegaron a pagar a los compradores por el barril de petróleo. La explicación a este fenómeno es sencilla: los productores llenaron sus almacenes, y era más económico regalar el petróleo que paralizar las plantas de producción. Ante esta situación, los principales extractores de petróleo decidieron coordinarse para recortar la producción con el objetivo de volver a equilibrar el mercado. La OPEP y sus socios, que controlan un tercio de la producción mundial, lideraron este movimiento y, un año más tarde, se puede decir que ha sido un éxito rotundo.
Una corriente de optimismo inversor
El reciente optimismo despertado por las vacunas ha llevado a varios bancos de inversión a elevar el precio objetivo del barril de petróleo hasta los 100 dólares. Entre sus argumentos se encuentran los actuales recortes en la producción y las presiones inflacionarias que sufrirán las materias primas por la enorme cantidad de dinero inyectado por los bancos centrales, aunque también hay argumentos de sobra para pensar que el crudo seguirá cotizando en el entorno de los 60 dólares por barril, ya que actualmente la demanda sigue siendo relativamente débil, y no se espera que recupere el nivel previo al estallido de la crisis sanitaria hasta, por lo menos, 2023.
Además, a medida que suban los precios, la OPEP y sus socios podrían verse obligados a incrementar su producción con el objetivo de apuntalar sus cuentas. Estos países se han visto obligados a soportar un fuerte déficit presupuestario durante los últimos meses, ya que siguen siendo muy dependientes de los ingresos derivados de la venta de petróleo.
Invertir en petróleo de la mano de un broker líder
Toda esta volatilidad ha despertado el interés de los inversores minoristas por el mercado de las materias primas, que hasta hace pocos años era muy difícil acceder. Hay distintas formas de invertir en el mercado del petróleo y XTB, broker líder en España, nos ofrece varias alternativas.
El instrumento más utilizado por los inversores es el CFD sobre el futuro del petróleo, ya que nos permite la posibilidad de utilizar apalancamiento y aprovecharnos de las subidas o de las bajadas, dependiendo de nuestra estrategia. Además, con XTB podemos invertir en el Brent o en el WTI y podremos mantener la posición sin pagar un coste de mantenimiento.
Otra de las formas de invertir en el petróleo es a través de ETFs, que agrupan a las principales empresas del sector. Dentro de la plataforma de inversión xStation podemos encontrar SXEPEX.DE y XOP.US que incluyen las compañías relacionadas con el petróleo, en el primer caso del EUROSTOXX 600 y en el segundo del S&P 500.
Otra de las ventajas de invertir con el broker XTB es que no tienen comisión en acciones y ETFs en las compras y ventas hasta 100.000 euros mensuales. De hecho, XTB está entre los broker mejor valorados para acciones y para operar con CFDs, según los premios Rankia 2020. Además, cualquier inversor puede abrir una cuenta totalmente online en tan sólo 15 minutos y empezar a invertir desde 500 euros.