El 23 de septiembre comienza el otoño de manera oficial en el hemisferio norte. Se dice adiós al verano. En concreto, a las 03:03 horas comenzará el denominado como equinoccio de otoño. A partir de entonces, cada día se perderá un promedio de cuatro minutos de sol cada día hasta el 21 de diciembre. Entonces llegará el solsticio de invierno.
Por tanto, los días comienzan a ser más cortos, con la consiguiente necesidad de usar luz artificial. Además, las temperaturas inician su particular descenso, lo que obliga a tirar de calefacción. Y la consecuencia es que la factura de la luz aumenta.
Antes de entrar en detalle sobre cómo afecta a la factura, y los pertinentes consejos para evitar pagar de más, conviene definir más en profundidad el equinoccio de otoño. Se trata de un instante astronómico durante el cual la duración del día es igual a la de la noche. Eso sí, no siempre tiene lugar el mismo día y a la misma hora cada año. Y todo porque la Tierra tarda 365 días, 5 horas y 48 minutos en dar una vuelta completa al Sol. Para compensar el desfase están los años bisiestos. Cambio que afecta a los días y horas del equinoccio.
¿Cuándo se cambia la hora?
Aunque el equinoccio de otoño tiene lugar el 23 de septiembre, el cambio de hora no tendrá lugar hasta la madrugada del 29 de octubre. Ese día, habrá que atrasar los relojes, desde las 3 a las 2 horas.
Con la medida, lo que se pretende es ajustar la jornada laboral con las horas de luz diarias. Es decir, aprovechar más la luz natural y fomentar el ahorro de energía. Aunque ha habido voces discordantes al respecto, y debido a la falta de acuerdo entre los países de la Unión Europea (UE), será una costumbre que seguirá vigente al menos hasta 2026.
¿Cómo afecta a la factura de la luz?
Días más cortos, noches más largas. Más tiempo en casa tirando de interruptor de la luz. A ello hay que unir la previsible bajada de temperaturas. ¿Resultado? La factura de la luz aumenta. Aunque, según el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), los hogares ahorran un 5% de su consumo eléctrico, unos 6 euros de media al año, con el cambio horario.
Sea como fuere, existen una serie de consejos que vienen de maravilla para ahorrar energía en el otoño. Así, y según Kolondoo, hay que contratar la potencia adecuada según las propias necesidades. Se trata del precio fijo que, sí o sí, pagas en todas y cada una de tus facturas de la luz. Por tanto, al ajustarlo, se paga sólo por el uso que realizas.
[El autoconsumo permitiría ahorrar hasta un 70% en la factura de la luz]
Es conveniente, asimismo, mantener la casa aislada para que el calor no se escape. De esta manera, son puertas y ventanas selladas, no habrá que tener tantas horas funcionando calefacción o radiadores.
Las bombillas, mejor, de bajo consumo. Sí, son más caras, pero su vida útil supera hasta 10 veces la de las bombillas tradicionales. Según Kolondoo, el ahorro gira en torno a los 100 euros al año. Y si se tiene un termostato, miel sobre hojuelas. Es un aparato indispensable para mantener la temperatura idónea, evitando saltos bruscos, que son los que incrementan el gasto.
¿Más consejos? Lavavajillas y lavadora, siempre con carga llena. Son dos de los electrodomésticos que más consumen. De ahí que sea vital usarlos cuando están llenos y con ciclos cortos. Por último, cuidado con el stand by. El pilotito de la tele, o de cualquier otro aparato, supone hasta un 7% del consumo total. Traducido a euros, entre 50 y 100 euros anuales.
Junto a todo ello, otra opción es mirar las ofertas que ofrecen las diferentes compañías. Y si alguna convence, cambiar de compañía eléctrica. De hacerlo, hay una serie de elementos que conviene tengas en cuenta: ver si está en el mercado libre o regulado, si la tarifa que usas depende o no de franjas horarias, y cuál es el consumo de kilovatios al mes. Datos que están en tu factura. Con ellos, el siguiente paso es ver las diferentes rebajas en algunos de los comparadores que existen en el mercado.