Adquirir una vivienda es una decisión que condiciona la vida de la persona durante un largo periodo de años. De ahí que sea muy importante saber cuál elegir. Sobre todo en momentos como los actuales, cuando el Euríbor no para de subir. Y eso se traduce en un aumento de la cuota a pagar por quienes contrataron en su día hipotecas variables.

Conviene recordar llegados a este punto que el Euríbor ha cerrado octubre en el 4,16%. Dicho de otra manera, se trata de la cifra más alta desde noviembre de 2008. Por tanto, quienes tengan una hipoteca media, y revisen su hipoteca variable en noviembre, pagarán 113,29 euros más al mes (o 1.395,5 euros más al año). Por tanto, una subida del 15,5%, según los datos de Kelisto.

“Con este panorama, no cabe esperar ninguna bajada a corto-medio plazo. Para que eso fuera así, tendríamos que ver el euríbor en niveles inferiores al 3,3%-3,7% a comienzos de 2024. Es prácticamente imposible que eso vaya a suceder”, afirma Estefanía González, portavoz de kelisto.es.

¿Qué ventajas tiene contratar una hipoteca fija?

Con este panorama, no es de extrañar que la duda asalte a quienes quieran adquirir una vivienda ya que las opciones que tienen sobre la mesa son tres: variable, fija o mixta. Las tres con sus pros y sus contras. Así, las hipotecas de tipo fijo, con tasas de interés invariables a lo largo de la duración del préstamo, ofrecen a los clientes una mayor de estabilidad y seguridad financiera.

¿Cuál es la cara B? Según Casavo, “suele tratarse de tasas de interés más altas, que en los últimos meses han tenido un aumento considerable respecto a los tipos fijos que se podían obtener hace unos años”.

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Además, las entidades financieras no se las ofrecen a cualquiera. “Los bancos están empujando a los españoles a firmar hipotecas a tipo mixto o variable y los préstamos a tipo fijo se los reservan a los perfiles más 'top', para conseguir que firmen con ellas sí o sí”, sostiene Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro.

Este tipo de hipotecas son las más adecuadas para quienes buscan seguridad inicial y adaptabilidad a largo plazo. “Mientras que las hipotecas fijas aportan certidumbre, las mixtas han ganado popularidad debido a su tasa inicial más baja seguida de un tramo variable referenciado al Euríbor”, apuntan desde Casavo.

¿Por qué es interesante la hipoteca mixta?

Cuando se contrata una hipoteca mixta, se paga una cuota con un tipo de interés fijo durante los primeros años. Después, se paga un tipo de interés variable. Por tanto, las mixtas están más indicadas para quienes quieren estabilidad inicial. Además, es posible que, con el paso del tiempo, esa referencia al Euríbor no sea tan elevada como en la actualidad.

¿Cuánto dura el tipo fijo en una hipoteca mixta? El número de años depende de cada entidad, soliendo estar entre los 5 y los 20 años. Transcurrido dicho periodo, se pasará al tipo variable. Es decir, la persona estará expuesta al Euríbor. Y la pregunta es: ¿en cuánto estará en 5, 10 o 15 años?

¿Qué ocurre con la hipoteca variable?

Muchas familias, que en su momento la contrataron, tiemblan cada vez que le toca revisar su hipoteca variable. Recordemos que el Euríbor, en febrero de 2016, bajó del 0% por primera vez en la historia. Y se mantuvo en negativo durante seis años, hasta 2022. Sin embargo, a partir de entonces, no ha parado de subir, con el consiguiente perjuicio económico para dichas familias.

Y es que las hipotecas variables, como su nombre indica, no son estables. Es decir, que están sujetas a las fluctuaciones del mercado. Además, por norma, presentan un periodo de amortización generalmente más prolongado.

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“Al estar ligadas a índices de referencia como el Euríbor, las cuotas mensuales pueden variar según los cambios en el mercado financiero”, recuerdan desde Casavo. Y concluyen: “Suele ser mejor opción si el cliente prevé un crecimiento de sus ingresos en el corto o medio plazo, o dispone de capacidad de ahorro, pudiendo amortizar la hipoteca anticipadamente en caso de que los tipos no sean favorables”.