Tener una vivienda en propiedad es el sueño de muchas personas, ya sean parejas o ‘singles’. Pero dar el paso conlleva un importante desembolso económico que, en el caso de ser soltero o soltera, puede ser más complicado que si se lleva a cabo entre dos porque, entre otras razones, estos últimos cuentan con dos rentas para cubrir las cuotas de la hipoteca.
“Hay entidades que penalizan cuando la compra se lleva a cabo de manera singular, no dando la hipoteca directamente”, señalan desde RN Tu Solución Hipotecaria. Pero matizan: “Hay otras entidades que no tienen problema alguno de que una persona soltera compre”.
Eso sí, esto es así siempre cuando “el endeudamiento sea óptimo, exista estabilidad laboral y se cumplan ciertos requisitos de seguridad para garantizar las condiciones y no exista riesgo en la operación”.
¿Hay hipotecas ‘vetadas’ por ser soltero?
Desde la empresa de intermediación financiera son tajantes: no. Eso sí, matizan que “siempre y cuando el endeudamiento sea correcto”. Aunque hay determinadas entidades “que directamente no ofrecen hipotecas para ‘singles’”.
Eso sí, en todo caso, hay que realizar un análisis previo de la situación personal para poder asegurar que se podrá llevar a cabo la contratación de una hipoteca siendo soltero.
Otra duda que surge es si hay un sobrecargo, o ‘tasas single’, para estas personas. Una vez más, la respuesta es negativa. Porque dicho sobrecargo no existe. “Si desde la entidad se concluye que hay riesgo, no van a conceder la hipoteca, pero no te penaliza el tipo de interés porque el demandante sea ‘single’”, aclaran desde RN Tu Solución Hipotecaria.
De hecho, es más que probable que la entidad deniegue la hipoteca a una familia de tres o cuatro personas en las que sólo trabaja un miembro de la pareja antes que a un ‘single’. Entre otras razones, porque esa familia necesita más disponibilidad mensual.
¿Cuáles son los pasos adecuados para pedir una hipoteca?
El primero, según el intermediario financiero, es “conocer tu capacidad de endeudamiento para que la hipoteca nueva no te cambie la vida”. De ahí que sea importante saber cuál es la cuota ideal para que la hipoteca no acabe amargando la vida.
En este caso, conviene recordar el consejo dado por el Banco de España: no dedicar más del 35% de los ingresos a pagar el préstamo hipotecario. De no llevar a cabo esta premisa, se corre el riesgo de que haya un impago.
Un segundo paso sería algo así como saber en qué terrenos conviene moverse, y que no sean arenas movedizas. “Un ‘single’ no debe hipotecarse con la intención de vivir en el piso de sus sueños”. ¿La razón? Porque es posible que dicha vivienda suponga pagar una cuota superior a la que se puede asumir.
Y, el tercero, es que es muy adecuado “contar con un fondo de ahorros lo suficientemente amplio como para que la adquisición de una hipoteca no suponga un problema en la estabilidad diaria de una persona”. Siguiendo estos pasos, firmar la hipoteca no será un trauma.