España es un país cuyos salarios no se encuentran precisamente al alza. Sin embargo, esta cuestión pasa a un segundo plano cuando se acerca cada final de mes y llega el aviso de que se ha cobrado la nómina. No obstante, este no es el único ingreso que perciben los trabajadores, ya que cada cierto tiempo se produce el cobro de las llamadas pagas extra. 

Lo normal es que los empleados tengan una distribución de doce mensualidades a las que hay que añadir estos pagos adicionales. Una cuestión que viene recogida así en el Estatuto de los Trabajadores. Concretamente, en el artículo 31, donde se informa que todos los trabajadores tienen que recibir, como mínimo, dos gratificaciones extra al año. 

Una de ellas suele llegar cerca de las fechas navideñas mientras que la otra suele llegar en verano, aunque estas se establecen por convenio. Por ello, se pueden cobrar en otros meses totalmente diferentes, y más en las empresas que hay tres o cuatro pagas extra. De hecho, en pocas horas llegará el mes de marzo, un mes muy habitual para estos cobros adicionales, y es necesario saber cuándo estarán disponibles estas pagas. 

¿Cuándo se cobra la paga extra de marzo?

Lo primero que hay que saber es que para poder cobrar la paga extra de marzo es necesario que esta esté determinada por la inclusión de esta prestación en el convenio colectivo o el contrato individual del trabajador. Por ello, quienes la tengan reconocida, serán los beneficiarios de poder recibirla en las próximas semanas. 

Aunque la fecha para recibirla depende de algunos factores, es cierto que sí se puede concretar más o menos cuando llegará este dinero. La fecha de recepción de dicho dinero dependerá del protocolo interno de la empresa, siendo habitual que coincida con el pago mensual regular o que incluso se realice en un segundo pago a mediados de mes. Por ello, muchos la recibirán o en torno al 15 de marzo o entre el 25 y el 31 del mes.

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Marzo es un mes muy repetido en el cobro de pagas extra, especialmente en aquellas empresas que en lugar de las dos habituales, las dividen en cuatro. Por eso, se suele percibir una cada tres meses y marzo se convierte en el centro de todas las miradas. Cuando esto sucede la mensualidad que llega es, lógicamente, superior a las habituales. 

A la hora de cobrar estas pagas, se puede realizar mediante dos modalidades. La primera es la de pago único, recibiendo un único monto al completo, que se puede dividir también en varios plazos, o mediante lo que se llama un prorrateo, la cual viene repartida en los 12 meses del año. Este formato de pago debe venir especificado en el convenio colectivo y en el contrato del trabajo y no puede ser impuesta unilateralmente por una de las partes. 

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Respecto a la cuantía de las pagas extra, esta no puede ser inferior a 30 días del salario base. Y en el caso de contratos parciales, la cantidad se ajusta proporcionalmente al tiempo trabajado. Estos cobros se consideran complementos salariales y están sujetos a la retención del IRPF, cotizando a la Seguridad Social de forma mensual.

Sin embargo, hay periodos en los que no se genera derecho a paga extra como sucede cuando se está de baja médica, salvo que el convenio especifique lo contrario. Y en caso de despido, el trabajador tiene derecho a reclamar la parte proporcional de las pagas extraordinarias generadas y que no han sido no recibidas con el finiquito.