Grado de conservación, año de acuñación, rareza, estado de conservación, errores… estas son algunas características que hacen que el precio de una moneda se dispare. Las monedas emitidas durante la dictadura de Franco no son una excepción. Entre ellas, las de cinco pesetas (o 'duro).
Antes de explicar cuáles son, conviene echar la vista atrás, incluso por detrás de la época de la dictadura franquista. Así, el duro más codiciado por los coleccionistas es el de plata de 1869. ¿La principal razón? No se llegaron a acuñar para circular. Según Coleccionistas de Monedas, su precio máximo estimado estaría en 40.000 euros.
En esos primeros años, también sobresale el duro de plata de 1870 de Amadeo I de Saboya. El precio máximo, según coleccionistas de monedas, estaría sobre los 8.000 euros.
¿Cuánto valen las monedas de Franco?
Como norma, las emitidas entre 1950 y 1960 valen poco. Más o menos, su valor nominal. No obstante, hay otras que sí han disparado su valor. Es el caso de la moneda de 5 pesetas de Franco de 1949. Tanto, que en algunas subastas han llegado a vender por cantidades que oscilan entre los 12.000 euros y los 36.000 euros.
Pero hay que tener cuidado. No hay que confundir las 5 pesetas de 1949 (estrellas 19-52), que son muy escasas, con las 5 pesetas 1949 (estrellas 19-49), que son muy comunes. El valor de estas últimas nunca supera los 20 euros.
¿Cuáles son los 'duros' más valiosos de Franco?
Dentro de las monedas de duro, las menos valiosas son las de 1949 y 1950. Su valor está entre los 5 y los 20 euros, dependiendo de la calidad de la conservación. Estas son las que suelen estar en los hogares de los españoles. Pero hay otras tres, muy raras, que valen más de 30.000 euros.
Así, el récord logrado por una moneda de 5 pesetas de Francisco Franco, Estado Español, tuvo lugar en el año 2011: 36.000 euros. Fue en una subasta organizada por la firma Cayón Subastas. Se trataba de un ejemplar del año 1949 (estrellas 19-52) con una conservación SC (Sin Circular).
“Lo que hace que este duro sea tan valioso y escaso tiene relación con el momento histórico. Y es que después de decidir fabricar estos valores en níquel en lugar de plata se comenzaron a acuñar los primeros ejemplares con la fecha 1949 y las estrellas *19-49 y al año siguiente con *19-50”, apuntan desde Coleccionistas de Monedas.
Pero, en 1949, el coste del níquel superó el valor facial de las 5 pesetas. Recordemos que estaban hechas casi al 100% de níquel. De ahí que las monedas almacenadas en la Casa de la Moneda fuesen fundidas a excepción de algunos ejemplares *19-51 y muy pocas *19-52 (los expertos hablan de 12-14 ejemplares) que guardaron autoridades y coleccionistas.
¿Qué otras monedas valen más de 30.000 euros?
Hay otros dos monedas de 5 pesetas de Franco que han superado esta cantidad en diferentes subastas. Una es un 'duro' de 1949 con estrellas 19-49 fue acuñado en plata con el busto “normal” de este modelo, y se remató en 34.000 euros también en Cayón Subastas.
¿Cuál es su origen? Según Coleccionistas de Monedas, “podría tratarse de un modelo de duro que sirve como transición entre la prueba no adoptada de 1946 y el diseño seleccionado para la moneda de 5 pesetas en material de plata. Esto podría explicar la variación entre el diseño original y la decisión final de realizar la moneda en níquel con el segundo diseño”.
La otra, cinco pesetas de 1949 con las estrellas 19 y 49, acuñada en plata. Este ejemplar presentaba un busto en el anverso y un escudo en el reverso que eran totalmente distintos a los aprobados para su circulación, según la ley del 16 de julio de 1949. La singularidad de esta pieza se evidenció aún más al alcanzar un precio de remate de 30.000 euros en Subastas Cayón.
“El mismo ejemplar había sido subastado en enero de 2018 por la misma casa de subastas española, alcanzando un precio de remate de 31.500 euros, superando así el valor de martillo registrado en el año 2022”, matizan desde Coleccionistas de Monedas.
En este punto, conviene recordar que el origen de esta prueba no adoptada se remonta al año 1946, cuando el Estado Español tomó la decisión de modificar el sistema monetario existente hasta ese momento y emitir monedas de plata.
Entonces, y para el valor de 5 pesetas, “se planeaba un diseño muy similar, tanto en el anverso como en el reverso, a las emisiones históricas de monedas de reyes anteriores”. Pero, finalmente, la prueba no fue adoptaba. Se optó por el diseño del duro de níquel todos conocemos.