Muchos españoles se enfrentan próximamente a un gran cambio en el cobro de su pensión. Pero más concretamente, en el cobro de dos pensiones que perciben miles de personas en nuestro país. Se trata tanto de la pensión de viudedad como de la pensión de orfandad, las cuales sufren una gran reforma.
Estamos hablando de uno de los cambios más importantes de los últimos años y que ya ha sido estudiado por la Seguridad Social, la cual modifica la forma en la que se calculan estas prestaciones, algo que afectará a miles de beneficiarios de manera muy importante.
Estas prestaciones, conocidas como las prestaciones de muerte y supervivencia, ofrecen apoyo financiero a los hogares que han sufrido alguna pérdida irreparable tanto en lo personal como en lo económico. Estos individuos suelen suponer los principales sustentos económicos del ecosistema doméstico. Pero ahora, tendrán que adaptarse a estos cambios.
Cambios importantes en la pensión
Las prestaciones de viudedad y orfandad son dos tipos de ayudas que sirven para mitigar en el aspecto económico una gran pérdida para el hogar. Sin embargo, próximamente, estas pensiones van a sufrir cambios importantes tal y como anunció la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz.
A partir de ahora, el Gobierno está considerando incluir los años cotizados por la persona fallecida a la hora de calcular la cuantía de las pensiones de viudedad. El objetivo es adaptar las propias pensiones a las nuevas realidades sociales y familiares. Una decisión que ha generado una gran controversia y críticas porque se entiende que la aplicación de estas medidas traerá efectos negativos.
Determinados expertos en la materia sostienen que se podrían reducir las prestaciones para los trabajadores con carreras de cotización que han durado menos. Esto podría afectar de forma especial a los más jóvenes. Pero a su vez, el Gobierno propone proteger las pensiones de viudedad de los mayores de 65 años al considerar que son su principal fuente de ingresos en la mayoría de los casos.
Por estos motivos, todo va a cambiar en torno a estas pensiones. Ya no se calculará la pensión de viudedad sólo en función de un porcentaje de la base reguladora, sino que también se tendrán en cuenta los años de cotización del fallecido. En estos momentos, la pensión de viudedad se establece generalmente en el 52% de la base reguladora, aunque puede llegar hasta el 70% en algunos casos, dependiendo del tipo de trabajo del fallecido o incluso de la causa de la muerte.
El gasto en pensiones de viudedad en España ha ido subiendo hasta los 2.100 millones de euros, por lo que supone ya el 20% del gasto anual en pensiones. Un porcentaje que se ha incrementado un 40% en la última década. Debido a que su sostenibilidad está bajo el foco y bajo la duda, es obligatorio revaluar de manera constante todo lo relacionado con las prestaciones del Estado.
El envejecimiento de la población y la mayor longevidad de los beneficiarios obligan a una renovación urgente del sistema. Mantener la estabilidad financiera es un desafío ahora mismo imposible. Esta es una de las medidas estratégicas del Gobierno para intentar conseguir este propósito.
Por ello, no se descarta que en el futuro se puedan incluir incentivos para prolongar la vida laboral de los trabajadores, realizar ajustes en las cotizaciones además de un análisis continuo del impacto demográfico en el sistema de pensiones.