Las herencias suelen ser uno de los temas que más dudas genera entre los ciudadanos, ya que en muchos casos no está claro quién puede heredar y quién no. En este sentido, hay quienes se preguntan si los nietos pueden heredar de forma directa de sus abuelos, ya que no son los herederos legítimos de estos.
Cuando fallece una persona, se realiza el correspondiente reparto de sus bienes a través de la herencia, que por lo general será repartida entre sus descendientes. Sin embargo, al tratarse de un trámite complejo, es normal que haya algunas dudas y quién se pregunte si los nietos están en disposición de poder recibir la herencia de sus abuelos de forma directa.
Conviene aclarar que sí, los nietos pueden heredar de sus abuelos, pero para ello deben darse una serie de condiciones al no ser los herederos forzosos, que son quienes heredan en el caso de que no haya testamento o, habiéndolo, a quienes corresponde el tercio de la legítima que la ley obliga a repartir entre ellos.
De acuerdo con el artículo 807 del Código Civil, son herederos forzosos los hijos y descendientes respecto de sus padres y ascendientes, y a falta de los anteriores, los padres y ascendientes respecto de sus hijos y descendientes. También lo pueden ser el viudo o viuda según lo establecido en el propio Código.
¿Cuándo pueden heredar los nietos directamente de sus abuelos?
Aunque hemos visto que los nietos sí pueden heredar de sus abuelos, de acuerdo con lo anterior no podrían hacerlo de forma directa, pero hay una serie de casos en los que sí tienen esa posibilidad. Una de ellas es que sus padres hubiesen fallecido con anterioridad, de forma que la parte de la herencia que le correspondería a uno de sus progenitores, pasase de forma directa a repartirse a sus hijos, es decir, heredando los nietos directamente de sus abuelos.
Sin embargo, esta no es la única forma a través de la cual los nietos pueden recibir la herencia de sus abuelos, pues estos tienen la posibilidad de incluirlos en su testamento. La herencia se puede dividir en tres partes, siendo una de ellas la legítima, que se reparte entre los herederos forzosos, salvo en excepciones que pueden llevar a desheredarlos. El segundo es el tercio de mejora, que el testador puede adjudicar como considere oportuno entre sus hijos y nietos, pudiendo favorecer a unos más que a otros; y el tercero es el tercio de libre disposición, que puede ser repartido de forma libre entre las personas que elija, independientemente de que sean familiares o no.
Por lo tanto, los nietos también podrán heredar de forma directa de sus abuelos, aunque sus padres sigan con vida, siempre y cuando el abuelo fallecido lo hubiera así estimulado en el reparto de la herencia del testamento, donde se les debe nombrar de forma directa como herederos de alguno de los dos tercios que no se corresponden con el de la parte legítima.
Las mencionadas no son las únicas formas que tiene un nieto para heredar de sus abuelos, puesto que, con sus padres con vida, también existe la posibilidad de recibir la herencia con la renuncia a la herencia del padre al que le corresponda, si bien, para que esto suceda, deberá haber un testamento en el que se contemple esta situación, puesto que, si no apareciese reflejado en él y sus padres renuncian, como nieto no habría derecho a quedarse con los bienes.
Esta es la norma general, aunque en algunas comunidades autónomas como Cataluña, Islas Baleares, Aragón, Navarra o Galicia podría variar.
¿Se puede desheredar a un nieto si su padre falleció?
En España, los nietos pueden ser desheredados siempre y cuando se cumplan una serie de condiciones que deben estar debidamente especificadas en el testamento y acta de voluntades aprobadas ante notario. Aunque los nietos son herederos forzosos, algunos motivos legales permiten desheredarlos.
Si un nieto es desheredado y no está de acuerdo con esta decisión, tiene la posibilidad de impugnar el testamento, por lo que el resto de herederos serán quienes tienen que probar la veracidad de las causas.
En primer lugar, hay que ser consciente de que cuando un padre fallece, su descendencia, incluyendo los nietos, se convierten en herederos forzosos, pues tienen derecho a una parte de los bienes de su padre. Como decimos, pueden ser desheredados, existiendo distintas razones que pueden llevar a ello, como la falta de relación familiar, la falta de obligaciones familiares, la indignidad, el maltrato de obra o injuria, la negación de alimentos al ascendiente o el maltrato hacia el ascendiente. Cada una de estas causas de desheredación debe estar debidamente respaldada y demostrada en el testamento y acta de voluntades aprobado por un notario.
Si el nieto en cuestión no está de acuerdo con la decisión, podrá acogerse a su derecho de impugnar el testamento, para lo cual deberá presentar una demanda ante los tribunales, alegando que la desheredación fue inapropiada o ilegal. Durante el proceso tendrá que presentar las correspondientes pruebas y se escucharán los testimonios para así poder dar validez a la causa de desheredación del testamento o no.
Dado el caso de que no sea posible demostrar la veracidad de la causa que lleva a desheredar al nieto, éste conservará los derechos en su condición de heredero forzoso con respecto a la legítima, sin que el resto de legatarios puedan hacer nada al respecto.