La escalada de precios vivida durante los dos últimos trajo consigo una serie de medidas aprobadas por el Gobierno para ayudar a las familias. Por ejemplo, la reducción del IVA (Impuesto del Valor Añadido) a determinados artículos de la cesta de la compra. O la rebaja de 20 céntimos a los combustibles.

Conviene recordar que, durante 2022, el Índice de Precios al Consumo (IPC) fue del 8,4% mientras que en 2023 se quedó en el 3,5%. De ahí las diferentes medidas para reducir las tensiones inflacionistas provocadas por la guerra en Ucrania, en un primer momento, y los conflictos en Oriente Medio, después.

Sin embargo, y tal como explicó el Gobierno, se trataba de medidas temporales que “expirarán cuando el coste de esos productos se normalice”. Además, y atendiendo al mandato de la Comisión Europea, estas medidas extraordinarias se irán revirtiendo de manera paulatina.

¿Qué productos van a subir de precio?

Fue el pasado 24 de junio cuando el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto ley que mantenía las rebajas de IVA en los alimentos básicos. Así, seguirían gravados al 5% o al 0%, según su tipología. Como novedad, se incluía por primera vez en este último grupo del 0% al aceite de oliva.

Así, productos como la leche, el pan, las harinas, las frutas y las verduras, o los huevos y los quesos continuaban con el IVA al 0%. Mientras que los aceites de semillas y las pastas alimenticias mantenían el IVA al 5% al que estaban sujetos desde 2023. 

Sin embargo, y tal y como ya se ha indicado, las rebajas eran temporales. Y su vigencia caducaba el 30 de septiembre. Por lo tanto, y a partir del 1 de octubre y hasta el 31 de diciembre, el tipo del 0% de los alimentos básicos se situará en el 2%; y el del 5%, en el 7,5%.

Es decir, que la leche, el pan, las harinas, las frutas o los huevos pasarán del 0% al 2% de IVA. Mientras que los aceites de semillas y las pastas alimenticias subirán del 5% al 7,5% de IVA.

¿Y qué pasa con el IVA aceite de oliva? Pues que seguirá el mismo camino que el de otros productos. Así, y hasta final de año, pasará de un IVA del 0% al 2%. Incremento que podría romper la ligera racha descendente de su precio. Y, a partir del 1 de enero de 2025, aumentará al 4% (pero ya no subirá al 10%, IVA que se le aplicaba anteriormente).