La campaña de la Renta 2023-2024 finalizó el pasado 1 de julio. Mejor dicho, ese fue el plazo que tenían las contribuyentes para hacer bueno el lema de que ‘Hacienda somos todos’. Sin embargo, hay una fecha que tienen que tener en cuenta aquellas personas cuyo resultado de la declaración fue positivo.

Estas pudieron pagar en un único plazo la deuda que tenían con la Agencia Tributaria. Pero ésta da la opción de poder pagar en dos plazos. El primero, del 60% de la deuda al presentar la declaración; y, el segundo, del 40% restante.

Por descuido, por ejemplo, puede darse el caso de que la persona no acabe pagando ese 40% restante a Hacienda. La consecuencia es que traerá consigo una multa. Para evitar que así sea, hay que tener muy claro cuál es la fecha tope para cumplir con Hacienda.

¿Cuál es el último día para pagar el segundo plazo?

Normalmente, suele ser el día 6 de noviembre la fecha elegida por Hacienda para que los ciudadanos acaben pagando. Sin embargo, este año será hasta el 5 de noviembre tal y como lo explica la Agencia Tributaria en su web.

“El ingreso del importe resultante de la autoliquidación se podrá fraccionar, sin interés o recargo alguno, en dos partes: la primera, del 60% de su importe, en el momento de presentar la declaración; y la segunda, del 40% restante, hasta el 5 de noviembre de 2024 inclusive”, se puede leer.

Asimismo, dejan claro que “la falta de ingreso en plazo de la primera fracción determinará el inicio del periodo ejecutivo para el importe total autoliquidado”. Y matizan: “Para disfrutar de este beneficio será necesario que la declaración se presente dentro del plazo establecido y que en el mismo se hubiera ingresado el 60% de la deuda tributaria resultante de la autoliquidación”.

Por tanto, y así lo remarcan, “no podrá fraccionarse, según el procedimiento establecido en el párrafo anterior, el ingreso de las autoliquidaciones complementarias”.

¿Qué sucede si no se paga el segundo plazo?

En el caso de que el contribuyente no lleve a cabo el pago del segundo plazo, pueden darse dos situaciones. Y ambas son dolorosas para su bolsillo. Vayamos por partes.

Si el pago voluntario se produce fuera de plazo, el recargo será el siguiente: hasta tres meses de retraso, un 5%; hasta 6 meses de retraso, un 10%; hasta 12 meses de retraso, un 15%; y más de un año de retraso, un 20% más intereses de demora del 4,0625%.

Vista de la declaración de la renta en una tablet. Eduardo Parra Europa Press

Si es finalmente la que Hacienda acaba llamando a la puerta del contribuyente para reclamar el pago, la sanción oscila entre el 50% y el 150% del importante adecuado. ¿Por qué esta diferencia? El porcentaje dependerá de la gravedad de la infracción. Incluso si hay casos prolongados de impago, Hacienda puede llegar a embargar los bienes de la persona para liquidar la deuda.

Otro punto que conviene tener en cuenta es que cualquier reclamación de pago lleva aparejada la interrupción de la prescripción de la deuda. Recordemos que esta es de cuatro años si no hay requerimiento de pago.