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Gonzalo Bernardos, profesor de economía de la Universidad de Barcelona, que es también conocido por ser tertuliano en distintos medios de comunicación como La Sexta o RAC1, ha lanzado un mensaje de advertencia a los españoles sobre las herencias y donaciones, de manera que así evitan hacer una acción que se da con más frecuencia de lo que se pueda pensar.

Bernardos se refiere a todos aquellos padres que han pensado en realizar una donación en vida en vez de esperar al momento de su fallecimiento para que sus hijos puedan recibir la herencia antes de tiempo. Esta decisión se toma debido a que, en el caso de realizar una donación en vida, no hay que pagar el impuesto de sucesiones.

A pesar de ser una práctica habitual, el profesor de economía no lo recomienda, puesto que la actitud de la persona puede cambiar, pues hasta que se produce la donación, el trato puede ser "espectacular, fantástico y maravilloso", pero todo puede cambiar en el momento en el que la reciba.

El colaborador ha hecho hincapié en que "algo más de 80% de la riqueza viene de herencias" y que puede arreglar la vida de muchas personas, pero a pesar de ello no aconseja a ninguna persona que done todo su patrimonio o la principal parte del mismo a alguno de sus hijos.

Donación en vida o herencia: ¿Qué es mejor?

Decidir entre una donación en vida o dejar un patrimonio como herencia es un proceso que requiere de un profundo análisis, adaptado a cada caso en particular. Estas decisiones no solo tienen un impacto sobre los bienes patrimoniales, sino que también tienen consecuencias en el futuro financiero y emocional de los seres queridos.

Para elegir la mejor opción, es imprescindible tener en cuenta sus distintas implicaciones fiscales, la normativa específica de cada comunidad autónoma y la situación personal y económica del donante.

Para tomar una decisión informada, es imprescindible comprender en detalle en qué consisten cada una de las opciones y sus principales diferencias. En el caso de la herencia, la transmisión del patrimonio tiene lugar una vez que se produce el fallecimiento del titular, de acuerdo a lo estipulado en el testamento. Esta opción permite al testador la modificación de su voluntad en tantas ocasiones como así lo desee a lo largo de su vida, lo que permite disfrutar de una mayor flexibilidad en su planificación, adaptándose a la nueva realidad.

Por otro lado, la donación en vida hace que se puedan transferir bienes mientras el donante se encuentra en vida, siendo una donación que puede incluir el total del patrimonio o parte del mismo, necesitando la aceptación por parte del receptor de los bienes. Una de sus principales ventajas es que el receptor podrá mostrar sus preferencias, pudiendo alcanzar un acuerdo entre las partes.

Sin embargo, cada una de las opciones presenta sus propias ventajas y desventajas, por lo que no es posible afirmar con rotundidad que una de las opciones sea mejor que la otra, ya que todo dependerá de las circunstancias personales de cada uno, del tipo de bienes, la situación familiar y la finalidad que tenga el donante.

Un factor clave para tomar una decisión entre donar en vida o dejar una herencia son las implicaciones fiscales. En el caso de las donaciones en vida, salvo excepciones, el valor donado se resta del total que corresponda en una futura herencia. Además, si el donante ha visto cómo aumenta el valor de los bienes desde su adquisición, este aumento tendrá que ser declarado como una ganancia patrimonial, lo que supondrá el pago del IRPF correspondiente.

En lo que respecta a la herencia, los bienes recibidos no se encuentran sujetos a IRPF, salvo que generen ingresos adicionales, como inversiones o alquileres. En ambos casos, si un bien inmueble es transferido, habrá que considerar el pago conocido como plusvalía municipal y que tendrá que asumir aquel que reciba los bienes.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, hay una serie de situaciones patrimoniales en las que será más conveniente optar por la donación en vida o dejar los bienes en herencia. Un claro ejemplo lo tenemos en el caso de que la finalidad del donante sea la de ayudar de forma inmediata al beneficiario, caso en el que la donación en vida sería la opción a elegir, puesto que permitirá que los bienes se le transfieran de una forma inmediata.

Es más, en situaciones en las que haya un riesgo de disputa entre herederos, la donación en vida puede ser una opción para evitar que puedan llegar a producirse conflictos en el futuro, pues deja clara la voluntad del donante. Sin embargo, la herencia será la opción más indicada para todos aquellos que quieren mantener el control absoluto sobre su patrimonio hasta el momento de su fallecimiento.

Por otro lado, hay que hablar de la reversibilidad de la donación en vida, pues en determinados casos se puede revertir si se incumplen las condiciones acordadas en un contrato vinculante, así como si el donatario (quien recibe la donación) comete un delito contra el donante. En el caso de una herencia, una vez hecha es irrevocable.

De esta forma, cada una de las opciones tiene sus ventajas y desventajas, por lo que la toma de la decisión al respecto dependerá de las circunstancias personales y particulares de cada persona.