Dos personas firmando una herencia.

Dos personas firmando una herencia. iStock

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La cláusula que debe haber en tu testamento para no tener problemas en el reparto de la herencia tras un divorcio

La cláusula debe especificar que la herencia solo se recibe mientras exista el matrimonio, evitando que la expareja reciba bienes tras el fallecimiento.

16 junio, 2024 08:54

El testamento es el acto jurídico a través del cual una persona determina quiénes son los que recibirán su patrimonio tras su fallecimiento. Cuando se redacta el documento se garantiza que se cumplirán las últimas voluntades del finado, sin que nadie pueda modificarlo, salvo el propio testador.

Las circunstancias de los testadores pueden variar a lo largo de la vida, por lo que es posible que haya que modificar un testamento, ya sea porque se tenga nueva descendencia, se pierda un heredero, o se produzca un divorcio, siendo estas solo algunas de las numerosas causas que pueden llevar a cambiar la transmisión de los bienes.

En el caso de que se haya producido un divorcio y se quiera evitar problemas en el reparto de la herencia, hay una cláusula que los abogados recomiendan incluir. Para evitar que la expareja pueda disfrutar de los bienes del testador tras su fallecimiento, se debe actualizar el testamento que fue redactado durante el matrimonio, en el que esa parte figura como beneficiaria, ya que, aunque, por lógica, si el matrimonio se disuelve, esa persona dejaría de gozar del estatus de cónyuge, y se debería anular el legado correspondiente a recibir, la jurisprudencia ha dejado claro que no siempre prevalece esta interpretación.

Para garantizar en todo caso que se puedan cumplir las últimas voluntades del testador y que la herencia sea recibida por las personas que él desea, es necesario que el testamento se redacte de la forma más precisa posible, lo que invita a evitar las plantillas genéricas. Además, dado el caso de que sea redactado mientras se mantiene la unión matrimonial, conviene incluir una cláusula en la que se indique que la herencia a recibir por el cónyuge solo será válida mientras exista un vínculo matrimonial. De esta forma estará clara la condición por la que recibirá el legado, no dejando pie a otras interpretaciones de cara al reparto de la herencia.

Otra posibilidad es la de anular el testamento anterior y redactar uno nuevo si cambia el estado civil, de forma que el testador pueda reflejar los deseos sobre el reparto de sus bienes con la mayor actualidad, claridad y precisión. Con ello se conseguirán minimizar posibles disputas legales.

Derechos hereditarios de los cónyuges en España

Una duda muy frecuente con respecto a las herencias tiene que ver con los derechos que poseen los cónyuges de las personas fallecidas. En este sentido, conviene aclarar que en España los derechos hereditarios del cónyuge superviviente varían en función de si existe o no testamento.

Dado el caso de que una persona fallezca sin haber redactado testamento alguno, la ley otorga tanto al cónyuge como a los descendientes y padres del difunto la condición de herederos forzosos, que son a quienes les corresponde la legítima, que es una parte de los bienes del finado que la ley reserva de manera obligatoria para determinados herederos.

En este aspecto, la parte de la herencia a percibir por el cónyuge que se ha quedado viudo dependerá de si hay descendientes o ascendientes de por medio, o no. De esta forma, si el cónyuge viudo coincide con hijos o descendientes, tendrá derecho al usufructo del tercio destinado a mejora; si concurre con ascendientes, pero no con descendientes, podrá disfrutar del usufructo de la mitad de la herencia; y si no concurre con ascendientes ni descendiente, podrá acceder al usufructo de dos tercios de la herencia.

Por otro lado, dado el caso de que la persona fallecida hubiese realizado un testamento, los derechos del cónyuge podrían verse mejorados, ya que es habitual que las personas dejen en su herencia una serie de bienes en disposición de su cónyuge para que pueda disfrutar de ellos hasta que fallezcan, sobre todo en lo que respecta a la vivienda familiar. Por ello, si se produce un divorcio, lo más aconsejable será que se revise y modifique el testamento para evitar posibles malentendidos o disputas legales futuras.

Cómo se reparte la herencia

Las herencias se reparten en tres partes o tercios, que se deben repartir de acuerdo a lo indicado por el Código Civil, y son los siguientes:

  • Tercio de la legítima: un tercio de la herencia se reparte entre los herederos legítimos, que son el cónyuge del fallecido y sus hijos o descendientes de estos cuando han fallecido. Este tercio se debe repartir a partes iguales entre los herederos legítimos, pudiendo con el testamento determinar qué parte va a cada uno de los herederos.
  • Tercio de mejora: este tercio sirve para mejorar la legítima, siempre y cuando no se trate de una herencia en la que haya hijos y viudo o viuda, caso en el que este tercio iría a parar al cónyuge. Este tercio es utilizado para mejorar lo que recibirá alguno de los herederos legítimos, de forma que se puede usar para destinar más bienes a un hijo que a otro.
  • Tercio de libre disposición: este tercio de la herencia se utiliza para que el testador tenga la posibilidad de dar una parte a la persona que él prefiera, independientemente de que sea familiar o no, y que sea o no heredero legítimo. No obstante, en este caso hay que tener en cuenta que este deberá pagar más impuestos por la herencia que si es un familiar.

Dado el caso de que no haya testamento, el Estado repartirá la herencia de acuerdo a lo anterior, pero eliminando el tercio de libre disposición, aplicando de forma directa las leyes hereditarias.