Cada mes, la empresa para la que trabajas te hace entrega de una nómina en la que se refleja el pago de tus servicios. Es un documento de gran importancia, ya que además de registrar el salario que se percibe, también indica las retenciones practicadas por Hacienda y la Seguridad Social. De esta forma, revisándola y prestando atención a dos conceptos clave, podrás saber si realmente cobras lo que te corresponde.

Es por ello por lo que, cuando se recibe la nómina, se recomienda hacer una revisión para que, en el caso de que se detecte cualquier anomalía o error, este se ponga en conocimiento de la empresa con la mayor brevedad para que pueda solventarlo lo antes posible y evitar posibles problemas futuros. En la gran mayoría de las ocasiones el error viene dado por fallos humanos administrativos, sin que haya mala fe por parte del empleador.

En todo caso, conviene conocer cuáles son los dos conceptos clave en los que debes fijarte, que son los siguientes:

Grupo de cotización o tarifa

El primero de los conceptos a revisar es el del grupo de cotización, que suele aparecer en la nómina con las siglas "G.C." o bien con la denominación "Tarifa", siendo esta en la que se indica la categoría profesional a la que pertenece el trabajador y que viene establecido por el convenio colectivo correspondiente.

Este es un dato de especial relevancia, teniendo en cuenta que para cada categoría se asigna un salario mínimo y unas bases de cotización determinadas, las cuales son consideradas para poder determinar el importe de una la pensión de jubilación a recibir en el futuro.

Los grupos de cotización son los siguientes:

  1. Ingenieros y licenciados
  2. Ingenieros técnicos, peritos y ayudantes titulados
  3. Jefes administrativos y de taller
  4. Ayudantes no titulados
  5. Oficiales administrativos
  6. Subalternos
  7. Auxiliares administrativos
  8. Oficiales de primera y de segunda
  9. Oficiales de tercera y especialistas
  10. Peones
  11. Trabajadores que sean menores de 18 años, sin importar la categoría profesional

Antigüedad

Otro concepto importante a comprobar en la nómina es la antigüedad. Es un dato que también cobra una gran importancia, ya que influye de forma directa en la cuantía a percibir en el caso de que se produzca una indemnización por despido, ya sea improcedente o procedente. Además, cuánto más tiempo se lleve trabajando en la misma empresa, se podrá disfrutar de un aumento en el salario base, que está determinado por el convenio colectivo correspondiente.

Diferencia entre salario bruto y neto

Además de los dos conceptos mencionados, conviene tener clara la diferencia entre el salario bruto y salario neto. El primero siempre va a ser mayor que el segundo, teniendo en cuenta que, en los convenios colectivos y las tablas salariales, en las que se indica lo que tiene que ganar cada persona, se indica en salario bruto, no líquido.

El salario bruto es la suma de todos los importes que se pagan al trabajador antes de aplicar las retenciones y cotizaciones obligatorias, y aparece en la parte de "Devengos" debidamente desglosada en distintos conceptos como salario base, complementos o mejoras. El salario neto, por su parte, es la cantidad exacta que recibe el trabajador en su cuenta bancaria, una vez descontadas las cotizaciones a la Seguridad Social y los impuestos.

Cómo entender una nómina

Para cualquier trabajador es importante saber leer una nómina y entenderla, de forma que se pueda saber si todo lo que aparece reflejado en ella es correcto o no. Para ello, nos centraremos en hablar de los principales conceptos:

  • Salario base: es el total de remuneraciones o devengos recibidos por el trabajo, no pudiendo ser inferior al establecido por el convenio colectivo para el grupo o categoría profesional, que debe estar indicado en la propia nómina.
  • Antigüedad: cada cierto número de años trabajados en una empresa, el complemento por antigüedad puede hacer que suba tu sueldo mensual. Para calcularlo se toma como referencia el salario base. En la nómina no tiene por qué aparecer la fecha de alta del contrato, por lo que conviene tenerlo en cuenta para prestar atención cuando la antigüedad complete una unidad, para conocer si la empresa lo está aplicando bien.
  • Conceptos salariales: existen diferentes conceptos salariales que pueden aumentar o menguar según la política de salarios de la empresa, haciendo que, aunque se produzca una subida en la teoría, en la práctica se reciba lo mismo.
  • Pagos en especie: si existen, hay que saber que este tipo de pagos no pueden superar el 30% de las retribuciones totales. En este sentido, conviene tener en cuenta que el salario que se recibe en dinero nunca en cómputo anual y por todos los conceptos salariales nunca puede ser menor al SMI vigente.
  • Deducciones: son aquellos pagos que hace el empresario a la Seguridad Social para cubrir posibles bajas por incapacidad, futura pensión, seguro de desempleo… Y también se deduce la retención del IRPF.
  • Porcentaje de retención: el porcentaje de retención crece a medida que lo hace el salario y sufre variaciones según la situación familiar del trabajador, motivo por el que es necesario comunicar cambios como nuevo estado civil o el nacimiento de un hijo.
  • Salario bruto anual: para calcular el salario bruto anual y ver si la revisión salarial que te hayan podido decir está bien realizada, se deben tomar los importes que aparezcan en la casilla de Base de Cotización por contingencias comunes.