Los españoles sacan dinero de los depósitos bancarios por primera vez en nueve meses. El producto estrella del ahorrador español ha perdido en el mes de julio 9.869 millones de euros. Después de una larga racha de máximos históricos consecutivos, la larga vida a los tipos negativos y la amenaza de que las entidades puedan comenzar a cobrar intereses ha provocado la retirada.
Así lo muestran los datos provisionales para el mes de julio publicados este miércoles por el Banco de España. El montante que las familias españolas tienen en depósitos bancarios ha caído hasta los 833.379 millones de euros desde los 843.248 millones de junio, cuando se registró el octavo máximo histórico consecutivo para esta partida.
La retirada de dinero se ha repetido también entre las sociedades no financieras, fondos de titulización, entidades de contrapartida central y fondos de inversión. Así, el volumen total de depósitos bancarios de las entidades españolas ha retrocedido hasta los 1,44 billones de euros frente a los 1,46 billones que se registraban en junio, cuando según la estadística del Banco de España también se alcanzó máximo histórico.
A pesar del retroceso, las marcas provisionales de julio se siguen quedando por encima de las definitivas de mayo. Por supuesto, muy por encima de los volúmenes que los depósitos aglutinaban en los tiempos de la conocida como ‘guerra del pasivo’, cuando estos productos rentaban más de 100 veces lo que ahora. No obstante, la inversión de una tendencia tan consolidada de búsqueda de refugio para el dinero en un clima de creciente volatilidad es más que significativo.
Este descenso ha llegado en pleno debate sobre la posibilidad de que los bancos cobren a sus clientes por tener el dinero en estos productos. De momento, el grueso de las entidades financieras ha rechazado esta posibilidad para sus clientes minoristas, pero son cada vez más las que sí aplican tasas a sus clientes institucionales y grandes patrimonios usuarios de banca privada.
Las cifras del supervisor muestran que, en sentido opuesto a los españoles, los residentes en otros estados de la Eurozona han incrementado su cartera en depósitos bancarios hasta los 33.220 millones de euros frente a los 32.269 del mes anterior. No obstante, en este caso la cifra se encuentra ya lejos de los máximos históricos registrados en el año 2015 (43.400 millones) e incluso de los de este último ejercicio: 37.890 millones en mayo.
El futuro más inmediato del producto estrella del ahorrador español pasa por la reunión del Banco Central Europeo (BCE) que tendrá lugar en dos semanas. La institución montaria podría rebajar aún más los tipos de interés para situar los oficiales, que ahora están en el 0%, directamente en negativo. De momento la tasa de facilidad de depósito que las entidades soportan por dejar sus caudales en las arcas del organismo se sitúa en el -0,4%, pero una profundización en tipos negativos podría forzar el traspaso de parte de esta penalización a los clientes, según un número creciente de casas de análisis financiero.