La nueva amnistía, que entrará en vigor el próximo 1 de marzo y estará vigente hasta el 28 de febrero de 2019, garantiza a los ciudadanos rusos que se acojan a ella que no serán perseguidos por el Estado ni se les preguntará por el origen del capital.

La ley declara esta amnistía como "la segunda etapa" de otra que estuvo vigente entre junio de 2015 y junio de 2016, y que se adoptó en un intento de recuperar capitales fugados a paraísos fiscales en unos momentos especialmente duros para la economía del país, que ya había entrado en recesión.

Entonces, Putin dijo que la amnistía sería "total" y que se haría "una sola vez", pero ahora ha recuperado la medida pese a que la economía rusa ya ha salido de la recesión.

El país creció un 1,5 % en 2017, seis puntos básicos por debajo del pronóstico oficial del Ministerio de Economía, según el primer resultado oficial publicado este mes por el Servicio Federal de Estadística (Rosstat).

La economía rusa consolida con estos datos su recuperación, después de registrar el año pasado un crecimiento del 0,7 %, precedido por más de dos años de recesión provocada por el desplome del rublo y de los precios del petróleo.

En 2015, la economía del país se contrajo un 2,5 % y otro 0,2 al año siguiente.EFECOM

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