La Agencia Tributaria ha divulgado una nueva publicación basada en la información de las actividades económicas facilitada por los empresarios y profesionales en sus declaraciones anuales del Impuesto sobre la Renta. En total son 3,2 millones de pymes sin forma societaria.
Estas actividades económicas de empresarios y profesionales se declaran en el IRPF y se establecen tres métodos para determinar el rendimiento neto de las mismas (estimación directa normal, directa simplificada y estimación objetiva, tanto para actividades agrícolas, ganaderas y forestales, como para el resto).
Una de las primeras conclusiones es que de los 3,2 millones de empresarios, 2,6 millones tienen beneficios y, por tanto, tienen que contribuir al impuesto por este tipo de rentas. Hacienda realiza un exhaustivo análisis sobre los negocios que realizan para llegar a la conclusión de que 540.000 empresarios, un 17,2% del total, declaran pérdidas y, por tanto, no pagan el impuesto.
Es la denominada tasa de fracaso, entendida ésta como el porcentaje de empresas que realizan su actividad económica con un resultado negativo y por tanto no tienen que contribuir al impuesto.
Asturias, Galicia, Cantabria y Madrid son las CCAA que presentan una mayor tasa de fracaso, por encima de la media. Las empresas con pérdidas, por definición, no tienen contribución al impuesto por este tipo de rentas. Por tanto, la cuota líquida atribuible a la actividad económica en ellas es nula. Sólo las empresas con beneficios aportan cuota líquida atribuible a las actividades económicas, y el tipo efectivo atribuible será exclusivo de las empresas con beneficios (con rendimiento neto positivo de la actividad).
Dónde se paga el tipo impositivo más alto
Sobre ese rendimiento neto positivo de la actividad se aplicará el tipo impositivo que es del 18,2% de media. Por encima de ese tipo medio, pagan los empresarios de Madrid (23%), Baleares (21%) y Cataluña (20%).
Las diferencias son acusadas con aquellas comunidades donde se paga el tipo de interés más bajo. En Castilla-La Mancha por los beneficios obtenidos se paga al Fisco un 13,5%, casi la mitad que en Madrid, y en Extremadura el 13,8%.
Otro de los datos novedosos de la estadística es el beneficio medio que se declara por actividades económicas. Este asciende a 12.170 euros. Por CCAA, los empresarios madrileños son los que declaran un beneficio medio más alto, de 19.600 euros, seguidos de los baleares (16.700), catalanes (15.000) y canarios (14.000). Al otro lado de la tabla se sitúan los empresarios extremeños que declaran un beneficio medio de 7.639 euros o los castellano-manchegos, con 7.660 euros. También los andaluces y gallegos con poco más de 9.000 euros de beneficio declarado.