El número de morosos que adeudaban a Hacienda más de un millón de euros a 31 de diciembre de 2018 era de 4.028, un 6,7% menos que un año antes, con una deuda total de 14.100 millones de euros, un 7,8% menos.
Según los datos facilitados este jueves por la Agencia Tributaria, del total de deudores 315 eran personas físicas y debían a Hacienda casi 700 millones de euros. No obstante, la gran mayoría de los grandes morosos eran personas jurídicas, 3.713, con una deuda por importe de 13.400 millones de euros, un 8% menos.
La Agencia Tributaria destaca que casi la mitad de la deuda de los grandes morosos, 6.700 millones de euros, corresponde a 1.570 deudores en proceso concursal y, por tanto, tiene "limitadas" las posibilidades de cobro, en línea con los datos del pasado año.
En el listado de este año ya no figuran 745 deudores que sí lo hacían en el del pasado y que debían 2.530 millones de euros a la Hacienda pública. La salida se debe a que o bien han cancelado total o parcialmente la deuda o bien a que han obtenido un aplazamiento o suspensión del pago.
En cambio, este listado tiene 455 morosos que no figuraban en 2018, con una deuda total de 1.198 millones.
En lo que va de año, 822 grandes morosos han abonado más de 95 millones de euros para sufragar sus deudas y, de hecho, 41 de ellos se encontraban el 1 de junio por debajo del millón de euros que determina la inclusión en el listado, por lo que si se tuviera en cuenta esa fecha en lugar del 31 de diciembre no aparecerían.
En cuanto a los grandes deudores que figuraban en el primer listado, publicado en 2015, han abonado 591 millones de euros desde entonces y hasta junio de este año, lo que ha permitido que un 42% de ellos, 2.079, ya no figuren en el que se difundirá hoy.
Al margen de las entradas y salidas, el número total de morosos de este quinto listado es un 17% inferior al del primero.
El número de deudores respecto a los que se han realizado derivaciones de responsabilidad en el listado de este año es de 1.098, por casi 2.000 millones, lo que influye en la prolongación del tiempo de recaudación de las deudas.