La inversión sostenible crece un 36% en España y supera los 285.000 millones bajo gestión
La inversión minorista en este segmento ha alcanzado una cuota del 19% en 2019, cuatro puntos más que hace dos años.
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La Inversión Sostenible y Responsable (ISR) ha alcanzado los 285.454 millones de euros gestionados en España en 2019. Esto supone un crecimiento del 36% respecto al año anterior, según el último estudio anual de Spainsif, presentado este jueves.
El estudio atribuye este aumento principalmente a la aportación de los activos gestionados por las compañías internacionales, que se ha multiplicado por cuatro en un año hasta los 77.883 millones de euros. Además, al incremento del 8,5% en los activos nacionales, hasta los 207.571 millones de euros.
Asimismo, destaca la consolidación de la inversión sostenible en España, fruto de una mayor demanda del inversor que sigue criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG). La inversión minorista en este segmento ha alcanzado una cuota del 19% en 2019, cuatro puntos más respecto al 15% en 2018.
Sin embargo, el peso de los activos gestionados con estrategias ASG en los activos nacionales no ha variado respecto al año anterior y mantiene una cuota del 45% sobre el total a cierre de 2019.
El estudio hace mención especial de las inversiones de impacto dado que, con los datos aportados, se anticipan como una línea de crecimiento de relevancia en los próximos años, adquiriendo carta de naturaleza e integrando diversos vehículos de inversión como los bonos verdes, sociales y fondos de inversión ligados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre otros.
Estrategias
En cuanto a las estrategias de gestión, Spainsif destaca la mejora en la calidad medida, perdiendo peso la exclusión simple a favor de la integración, que pasa a ser la segunda estrategia más importante.
La estrategia más utilizada, dada su relativa sencillez y el peso que ha tenido tradicionalmente, sigue siendo la exclusión sistemática de empresas, sectores o países del universo de inversión si involucran actividades basadas en criterios específicos, o exclusión simple.
Respecto a las estrategias con menor peso, el análisis recoge que el screening basado en normas muestra una representatividad prácticamente residual, siendo las entidades internacionales las más dadas a alinearse con normativas para su gestión ASG.
La relación directa con las empresas y las políticas de voto se encuentran claramente más desarrollados en las entidades internacionales, entre las que casi todas las encuestadas cuentan con políticas al respecto.
Por su parte, la estrategia de elegir a los mejores de cada categoría crece como evolución de otras estrategias de exclusión más sencillas, mientras que las inversiones temáticas se centran en sectores como las energías renovables, la eficiencia energética y la gestión del agua.