Deutsche Bank España lleva varios meses inmerso en una reestructuración de su red de clientes y gestores de altos patrimonios, proceso que ha cristalizado en que Borja Martos ostentará en adelante la dirección única de los segmentos de Private Banking y Wealth Management. Hasta ahora, solo se ocupaba del segundo de ellos.
Martos fue fichado hace dos años y medio desde Credit Suisse, donde era el responsable de los UHNWI (ultra high net worth invividuals). Fue reclutado por el gigante alemán para comandar en España su segmento de clientes por encima de los dos millones de euros, y también se incorporó al comité ejecutivo del banco.
Esta integración de banca privada en wealth management conlleva varias implicaciones. La primera de ellas es que Martos gana peso dentro del banco y se responsabilizará de un negocio con más de 9.000 millones de euros en activos bajo gestión, cuando antes manejaba cerca de 6.000 millones. Los clientes con patrimonios superiores a los dos millones que eran tratados por la banca privada 'ascenderán' a wealth management, el equivalente a más de 3.000 millones. Este 'ascenso' de clientes irá en paralelo al de sus respectivos gestores patrimoniales.
Según ha podido saber Invertia de fuentes del banco germano, en torno a una decena de gestores de patrimonios pasarán a formar parte del equipo de Wealth Management, una buena parte de ellos desde su banca privada y otros cuántos serán fichados en otras entidades.
Los clientes que suban a wealth management tendrán un "mayor valor añadido" en la gestión de sus carteras, con "más opciones de inversión", indican estas fuentes. Recursos hasta ahora disponibles solo para wealth management lo estarán también para banca privada, y viceversa, lo que hará ganar a Deutsche en eficacia y aumentará sus capacidades. Por ejemplo, la gestora española Deutsche Wealth Management SGIIC puede facilitar servicios tanto para los clientes de Wealth Management como para los de Private Banking.
Sin fusión
El banco prevé culminar este proceso reorganizativo en el plazo de un mes, con el objetivo de tener menos clientes de wealth, pero de más volumen cada uno de ellos.
Al contrario, habrá más clientes de banca privada, pero de menor importe (entre los 300.000 euros y los dos millones). Este segmento se asemejará a lo que los grandes bancos comerciales en España denominan banca personal.
El importe mínimo para entrar en la banca privada de Deutsche seguirá estando (de forma oficial) en los 500.000 euros, aunque en la práctica clientes desde los 300.000 euros con potencial de crecimiento ya son tratados por este segmento.
No obstante, no habrá una fusión de ambos segmentos como tal. Ambas áreas de negocio seguirán operando con una marca y una propuesta de valor separada, orientadas a diferentes perfiles de clientes, como puntualizan fuentes próximas conocedoras.
Desde verano, estas dos actividades se ubican, junto a la banca personal (la red de oficinas minorista) y la banca de empresas, dentro de la nueva división de International Private Bank (IPB), dirigida por Fernando Sousa como director general de IPB España.
Deutsche Bank quiere reposicionarse tras las abultadas pérdidas de la matriz en los últimos años; los problemas de su banca de inversión en Estados Unidos y el fallido intento de venta en España, como "un banco para las empresas y los empresarios". Esta nueva organización, explican, permite una interacción "más natural" entre su negocio con empresas y la gestión patrimonial.