Japón se ha puesto las pilas y está creando una oficina para facilitar la entrada al país de gestoras internacionales de fondos. Este movimiento forma parte de su apuesta por desafiar a Hong Kong, pero también a Singapur, como el principal centro financiero de Asia.
La Agencia de Servicios Financieros (FSA, por sus siglas en inglés) y las oficinas locales establecerán en enero una oficina de entrada al mercado financiero que manejará el registro y la supervisión en inglés para las nuevas gestoras de activos que lleguen al país nipón, según ha publicado Bloomberg y confirmó el viernes el regulador japonés.
Muchas gestoras ya están al acecho. "Los inversores en Japón buscan aumentar su exposición a activos internacionales diversificados y GAM cree que puede ofrecer a los clientes en Japón el mejor servicio posible al contar con un equipo local", destacan desde la firma suiza, una de tantas que esperaban una mayor apertura del país para incrementar su negocio.
Históricamente, se ha achacado a Japón la dificultad para hacer negocios en territorio local en gran parte por no desenvolverse en el idioma anglosajón. Esto se ha convertido en un obstáculo para atraer empresas extranjeras, escollo que ahora se quiere solucionar.
"Fortalecer las capacidades de Japón como centro financiero internacional es nuestra prioridad urgente", dijo el ministro de Finanzas, Taro Aso, en una conferencia de prensa. "Estamos haciendo esfuerzos para traer el centro del mercado financiero de Asia desde Hong Kong, a la luz de la agitación en la ciudad".
La tensión política en Hong Kong desencadenada a principios de este año por la aprobación de una ley de seguridad nacional china ha convertido a la ciudad en un objetivo clave para los funcionarios japoneses en su intento por atraer empresas extranjeras.
Tokio estableció recientemente una oficina en Hong Kong para asesorar a las empresas que estén considerando mudarse a la capital japonesa, mientras que el primer ministro Yoshihide Suga (el sucesor de Shinzo Abe) ha mostrado su determinación de abordar obstáculos como los impuestos. La oficina que está montando en suelo nipón de cara al próximo enero va a recibir consultas preliminares desde este mismo mes.
Mandatos y deflación
"Los japoneses son perfeccionistas por naturaleza y tienen una clara preferencia por tratar con contrapartes japonesas de ventas y servicio al cliente. Por lo tanto, para participar en la tendencia de aumento de la exposición internacional de los inversores japoneses, es de gran ayuda contar con un equipo local de profesionales", señala una fuente de unas de las principales gestoras europeas. Un equipo en suelo nipón aumenta "significativamente" las posibilidades de obtener mandatos de inversores japoneses, confía esta fuente.
"Después de años de deflación, los servicios japoneses se han centrado mucho en el cliente para evitar la erosión de los ingresos. Por lo tanto, una presencia local se considera beneficiosa, ya que acorta el tiempo de respuesta a las consultas de los clientes", añade la fuente anterior.
Fondos de bolsa
Los fondos que invierten en las bolsas japonesas mueven grandes cantidades de dinero, ya que este mercado siempre ha sido considerado como uno de los principales desarrollados en el mundo. El índice Nikkei 225 se revaloriza un 4,8% en el año, si bien el Topix cede un 2,3%.
El fondo de bolsa nipona que más sube este año, un 29,7%, según Morningstar, es el CC Japan Alpha Fund, de Coupland Cardiff Asset Management, aunque lo hace en su clase de participación en yenes. Pero hay fondos especializados en acciones japonesas en prácticamente todos los grandes grupos, denominados en yenes pero también en dólares y euros. Normalmente, su domicilio legal está en alguna plaza europea como Luxemburgo o Irlanda.
Son los casos de Fidelity, Edmond de Rothschild, JPMorgan, Schroders, T. Rowe Price, Goldman Sachs, Amundi, Capital Group, Aberdeen Standard, AXA o BNY Mellon, entre otros muchos. A nivel local, la firma de referencia es Nomura, y también hay otras boutiques especializadas como Tokio Marine.
Desde España, hay gestores que también se atreven a adentrarse en los parqués japoneses. Por ejemplo, Jaume Puig con el fondo GVC Gaesco Japón o Marc Garrigasait con el Japan Deep Value Fund, en Gesiuris.
Los grandes bancos españoles (CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter...) igualmente tienen fondos de este tipo, aunque los gestionan como fondos de fondos o fondos mandatados a las gestoras internacionales anteriores o, en su lugar, como fondos índice, replicando el comportamiento del Nikkei 225 o el Topix.