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Renta 4 Banco, a través de su gestora, se ha subido a tres megatendencias en bolsa para un viaje que, esperan, sea a muy largo plazo: la tecnología, la salud y el hidrógeno. La firma ha posicionado tres fondos específicos en estas materias, “ajenos a una moda temporal y con un crecimiento sostenido en el tiempo”, según sus responsables, que han dado a conocer sus perspectivas sectoriales en un evento online con inversores.

El que más trayectoria y rédito tiene es el R4 Megatendencias Tecnología, gracias al empujón del Nasdaq en este año de fuerte crisis. “El concepto de tecnología es crecimiento, y es un concepto doble. Es la principal variable que define los retornos en bolsa, así como el principal margen de seguridad”.

El gestor de este fondo, Luis Golderos, defiende las tres cualidades del sector: “tiene un mercado infinito, escalabilidad masiva y su evolución va hacia estructuras de mercado monopolísticas, con capacidad de márgenes y beneficios fuera de lo normal”. Facebook, Google o Alibaba son prueba de ello.

En su fondo, tiene un 60% del patrimonio invertido en compañías de más de 100.000 millones de dólares de capitalización bursátil. Sin embargo, “no tenemos exposición al bitcoin”, ha reconocido. ¿Su fórmula? “Un precio de entrada que nos permita alcanzar una rentabilidad anual del 15%, aproximadamente, con un riesgo limitado”. Después, esperar entre cinco y diez años para materializar la jugada.

Están posicionados en subtemáticas como el comercio electrónico, la nube, las fintech o el entretenimiento digital, donde combinan empresas “muy dominantes y asentadas” con otras “de crecimiento explosivo”. Por ejemplo, en el comercio electrónico, esta doble vertiente se traduce en su inversión en Amazon y Pinduoduo. En el cloud, en Microsoft y Appian. Y así sucesivamente en el resto de campos.

Salud

La megatendencia que más interés despierta hoy día entre los inversores es la salud, por su nexo con la pandemia del coronavirus. En términos generales, se trata de un sector beneficiado por varios factores estructurales al margen de la Covid-19: “una mayor demografía que conlleva más demanda sanitaria; la propia tecnología, que trae innovación y precisión, o la creciente urbanización, que presiona para que haya más instalaciones sanitarias”, ha puesto en contexto Elena Rico.

La gestora del fondo R4 Megatendencias Salud valora el sesgo defensivo de este sector, ya que “se comporta muy bien en momentos de fin de ciclo”, y subraya su elevada diversificación por campos, entre ellos la farmacéutica, equipamiento médico, diagnóstico, biotecnología, gestión hospitalaria y los cuidados de la salud. Hay nombres en primera fila como Boston Scientific, Merck, Novartis, Gilead, Fresenius, Medtronic, Novo Nordisk o Siemens Healthineers.

En el vehículo del que ella es responsable, sobresalen las subtemáticas de medtech, con un 44% de peso y valores como Edwards Lifesciences o Intuitive Surgical; farmacéuticas (23%, Bristol-Myers Squibb, Johnson & Johnson o Roche) y biotecnología (15%, con Regeneron entre otras cotizadas).

La gestora prevé que la robótica es el nicho con mayor potencial de crecimiento y revalorización. Tiene una baja penetración en el mercado de la salud, solo del 2%, y el 98% de eso lo ocupan los robots Da Vinci, de Intuitive Surgical. “Medtronic y J&J se están metiendo en este segmento, con robots quirúrgicos”, ha recordado.

La Covid-19

La representante española en el fondo es ROVI, una empresa familiar, con más de 70 años de experiencia y un gran dominio de las heparinas de bajo peso molecular. “Está en un momento muy positivo, con una fuerte posición competitiva en fabricación a terceros”, en opinión de Rico. Sin ir más lejos, gracias a su acuerdo con Moderna para producir la vacuna del coronavirus fuera de Estados Unidos desde principios de 2021. Se encargará de producir los viales, descongelar, envasar y etiquetar el principio activo.

Fábrica de Laboratorios ROVI.

Preguntada por los efectos de la crisis de la Covid sobre el sector en términos económicos, ha asegurado que “tenemos que seguir muy de cerca la tasa de ocupación de los hospitales, porque un aumento extremo de los casos de coronavirus volvería a llevarlos a una situación de colapso y al aplazamiento de intervenciones no urgentes”. Las compañías de material ortopédico o auditivo se vieron muy penalizadas al inicio de la pandemia por el colapso, al postergarse ciertas operaciones rutinarias, pero en verano se recuperaron. “Con la vacuna, se espera esa relajación de la ocupación en los hospitales, y afectaría de forma positiva a las compañías de salud porque se reactivarían las funciones normales”, confía.

El hidrógeno

La carrera por las energías verdes es lo que ha puesto al hidrógeno en el disparadero. Lo sabe Celso Otero, gestor del R4 Megatendencias Hidrógeno, en cuyas inversiones les asesora Ariema, el spin-off del INTA. “Es extremadamente abundante y es el elemento químico más ligero. A su vez”, ha puntualizado, “es el único combustible que se puede quemar sin contaminar, generando solo vapor de agua”.

Los principales mercados del hidrógeno son la industria (como materia prima en refinerías, producción de amoniaco u otros usos), la movilidad (combustible alternativo y sostenible gracias a la pila, con eficiencias muy superiores a los equipos convencionales) y el almacenamiento de energía (a gran escala, gestión de las energías renovables, de carácter intermitente y estacional).

En su cartera, han entrado cotizadas como Plug Power, Ballard Power Systems, Bloom Energy Corp, Hexagon Composites, Cummins o ThyssenKrupp.

En cuanto al coche de hidrógeno, una de las grandes esperanzas del sector, Otero afirma que “todavía está a precios muy elevados”, en torno a los 80.000 euros por vehículo. “Se necesita una red global de infraestructuras para cargar el coche que aún no existe como la que hay de gasolineras. Pero el sector, en sentido amplio, sí es una realidad que existe. Está creciendo y le quedan muchos años de crecimiento”, ha augurado Renta 4.

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