Después de haber impulsado el crecimiento mundial en las últimas décadas, el papel de Asia en la economía mundial puede adquirir un mayor protagonismo en los próximos años. El brote de la Covid-19 podría haber atenuado las perspectivas de crecimiento a corto plazo, pero muchas economías asiáticas ya están mostrando signos de recuperación.
El mundo post-pandemia sin duda traerá consigo nuevas realidades económicas, pero incluso en esta nueva realidad, las perspectivas a largo plazo para Asia siguen siendo brillantes.
Las reformas llevadas a cabo en las décadas posteriores a la crisis económica asiática han remodelado el panorama económico del continente. En términos generales, las reservas en divisas extranjeras y los niveles de ingresos de la región han aumentado, mientras que los niveles de déficit han disminuido. La gran mayoría de los países y territorios de la región han alcanzado una calificación crediticia de grado de inversión, en el extremo de alta calidad del universo de los mercados emergentes.
Clases medias
En cuanto a población, como el continente más poblado del mundo, Asia es el hogar de la mitad de la clase media global. Varios estudios apuntan a que casi el 90% de los que vayan a engrosar las filas de la clase media mundial en los próximos años serán asiáticos, sosteniendo el crecimiento de la región.
Una perspectiva que coincide con la evolución en el año de los fondos de inversión registrados para su comercialización en España, de la categoría VDOS de renta variable internacional Asia ex-Japón, que como grupo obtiene una rentabilidad media del 8,8%. El mejor resultado en el año de los fondos de renta variable, excluyendo sectoriales.
Sostenibilidad disruptiva
De una selección de estos fondos, con la máxima calificación de cinco estrellas de VDOS y aportación mínima de hasta 6.000 euros, el mejor comportamiento es el de la clase AH en euros de MSIF Asia Opportunity, que se revaloriza un 43,3% desde el pasado 1 de enero. A un año, su rentabilidad es del 44,4%, con un dato bastante controlado de volatilidad en el mismo periodo del 22,2%, que lo sitúa en el segundo mejor grupo de su categoría por este concepto, en el quintil cuatro.
Se propone como objetivo lograr la revalorización del capital invirtiendo en compañías consolidadas de alta calidad y emergentes ubicadas en Asia (excluido Japón) que el equipo gestor considera infravaloradas en el momento de la compra. Para lograr este objetivo, se seleccionan compañías que el equipo gestor considera que presentan ventajas competitivas sostenibles y que pueden monetizarse mediante el crecimiento. El proceso de inversión integra el análisis de sostenibilidad desde el punto de vista del cambio disruptivo, la fortaleza financiera, los factores externos de índole medioambiental y social y el buen gobierno (ASG).
Con el índice MSCI All Country Asia ex Japan como referencia, las mayores posiciones en la cartera del fondo corresponden a Meituan (8,67%), HDFC Bank (7,45%), Tal Education Group (6,21%), Alibaba Group Holding (5,48%) e Icici Bank (4,92%). Sus partícipes soportan una comisión fija del 1,6%.
También denominado en euros, BNY Mellon Asian Equity Fund obtiene en el año una rentabilidad del 39,4% en su clase A de acumulación. En el último periodo anual se revaloriza un 38,4%, con un coste por volatilidad del 25,1%. El fondo persigue la revalorización del capital a largo plazo invirtiendo en una cartera concentrada de renta variable de Asia Pacífico, excluyendo Japón, de empresas que el equipo gestor considera beneficiarias del crecimiento futuro de la economía asiática.
El enfoque de inversión se basa en las convicciones del equipo, sin restricciones sectoriales. Su planteamiento a futuro y en constante evolución trata de anticipar cambios, gestionar el riesgo e identificar oportunidades. Toma como referencia de gestión el índice MSCI AC Asia Pacific ex Japan TR.
Entre sus mayores posiciones encontramos nombres como New Oriental Education & Technology Group (6,2%), Alibaba Group Holding (6%), Tencent Holdings (5,5%), HDFC Bank (5,5%) y AIA Group (5,2%). La inversión en este fondo requiere una aportación mínima de 5.000 euros y aplica una comisión fija del 2% y de depósito del 0,15%.
La clase A en euros de Baring Asia Growth Fund avanza un 33,9% por rentabilidad en el año y un 32,6% a un año. En este último periodo, registra un dato de volatilidad del 23,8%. El fondo trata de alcanzar su objetivo de inversión invirtiendo en China, India, Corea, Taiwán y la región de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático).
La región está bien posicionada en términos de perspectivas de crecimiento a largo plazo impulsadas por su economía doméstica. El fondo es capaz de utilizar la información local de los gestores especializados de Barings Asset Management para obtener exposición a temas de inversión como infraestructuras, consumo interno y recuperación de la demanda en los mercados desarrollados.
Varias velocidades
Sus mayores posiciones incluyen acciones de Alibaba (9,02%), Tencent (8,53%), Taiwan Semiconductor Manufacturing (7,80%), Samsung Electronics (5,64%) y Sea Ltd (3,67%). Sus partícipes soportan una comisión fija del 1,25% y de depósito del 0,02%. Es necesaria una aportación mínima de 3.500 euros para suscribir la clase A en euros del fondo.
Asia alberga un grupo heterogéneo de economías, cada una en una etapa diferente de desarrollo. Su diversidad crea un telón de fondo dinámico que permite a la región reanudar rápidamente su crecimiento económico, creando una amplia gama de oportunidades únicas para los inversores.
***Paula Mercado es directora de análisis de VDOS