Micappital se suma a la fiebre de la inversión sostenible. La fintech española de asesoramiento pone en marcha Micappital Eco para ofrecer a sus clientes productos de inversión de impacto y socialmente responsables con el objetivo de incrementar un 40% su base de clientes en su primer año de vida.
La iniciativa nace con la meta de que 1.000 personas inviertan a través de Micappital Eco al acabar este año. De estos, los directivos de la fintech esperan que unos 600 sean nuevos clientes, lo que supondría un sensible incremento frente a los 1.500 inversores a los que actualmente asesoran.
Esta nueva herramienta ve la luz precisamente después de un 2020 convulso para los mercados en el que Micappital ha conseguido duplicar el número de clientes con el que partía y alcanzar un patrimonio en gestión de 50 millones de euros. Una cota esta última que, según el cofundador y consejero delegado de la fintech, Miguel Camiña, "era la primera métrica de éxito fijada" en su plan de expansión.
Mediciones propias
Camiña ha subrayado que frente a una tendencia que está haciendo que "todos se suban al carro y muchas veces no de la forma más transparente y responsable", la fintech ha desarrollado una "tecnología propia de medición de impacto". Esta herramienta incluye un rating propio de inversión socialmente responsable (ISR) para los fondos y productos de inversión que se analizan.
El foco de Micappital Eco está en fondos de inversión internacionales con comisiones eficientes e impacto positivo medible en cuanto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS). Más específicamente, la fintech centra su apuesta de inversión en productos vinculados con salud y bienestar, educación de calidad, agua, energía asequible y no contaminante, industria, innovación e infraestructuras, reducción de desigualdades, clima, vida terrestre y producción y consumo responsables.
Solo comisión de éxito
A lo largo de enero, en el que la nueva herramienta ha estado habilitada ya para sus clientes a modo de prueba, Micappital ha conseguido que 400 de sus clientes -un 27% del total a cierre de 2020- comiencen a invertir en estos productos sostenibles. Una métrica que hace que el objetivo de contar con 1.000 usuarios al final del año se les antoje "alcanzable" y con holgura. No obstante, Camiña ha preferido no dar datos sobre el patrimonio alcanzado o a conseguir.
Este nuevo servicio de asesoramiento de inversión contará con el mismo esquema de costes que ya se venía aplicando en Micappital. Los inversores solo asumen el pago de comisiones cada mes si consiguen rentabilidad positiva para sus carteras, con un coste de 2 euros al mes por cada 1.000 euros hasta un máximo de 20 euros.
Por su parte, los responsables de Micappital se han comprometido a través de un manifiesto a reinvertir un 10% de las comisiones recibidas en esta herramienta en proyectos directos de impacto. El objetivo, según ha explicado Camiña, es hacerlo a través de "empresas españolas, con trazabilidad total y que den rentabilidad", si bien ha especificado que los proyectos no tienen por qué desarrollarse en territorio español.
El paso al frente de la fintech en un momento en el que la inversión sostenible sube con fuerza en el mercado español llega también después de una encuesta entre sus clientes en los que un 40,1% de los mismos asegura querer invertir para "mejorar el mundo". Un porcentaje muy cercano al de aquellos que señalaban la rentabilidad como primera motivación, con un 54,5%.
Objetivos de inversión
Además, un 14% de sus usuarios señalaba que el objetivo de invertir era tan simple como no tenerlo directamente disponible y así evitar gastarlo. Estos son los grupos a los que Micappital quiere dirigirse, según ha explicado su cofundador.
Aunque se muestra convencido de que "vamos a ser capaces de igualar la rentabilidad del Micappital tradicional y, en muchos casos, hasta superar", ha destacado el hecho de que "haya mucha gente dispuesta perder rentabilidad con tal de generar impacto". El último informe anual publicado por Spainsif señaló un crecimiento del 36% en la inversión sostenible en España, hasta superar los 285.000 millones de euros bajo gestión.