Global Social Impact Investments, gestora de fondos bajo el mismo paraguas que Cobas Asset Management, ultima un vehículo con 40 millones de euros de capacidad para invertir en empresas españolas y colectivos desfavorecidos por la Covid.
Esta firma de inversión con impacto social está liderada por María Ángeles León, quien lleva invirtiendo junto a Francisco García Paramés -su esposo y el gestor de fondos más reconocido de España- el 30% de los ingresos que genera el matrimonio desde hace varias décadas. Su origen estuvo en donaciones a la India o Bangladés, aunque con el paso del tiempo se dieron cuenta de que este instrumento "no funcionaba bien" a la hora de apoyar al mundo en desarrollo.
La gestora, perteneciente al holding familiar Santa Comba Gestión, fue registrada en julio de 2020 y ya tiene un primer fondo internacional en activo. GSIF está centrado en la base de la pirámide social a nivel mundial, con foco en el África subsahariana del este: Ruanda, Kenia, Tanzania, Etiopía... No obstante, como han avanzado en una presentación sus responsables, el fondo ya está estudiando expandirse hacia África oeste (Nigeria o Ghana) y saltar a Latinoamérica, en concreto a México.
Este primer proyecto pretende levantar 60 millones de euros, de los cuales ya tienen comprometidos 25. Mapfre es uno de sus socios e inversores ancla. Da préstamos de capital circulante a las empresas que lo necesitan en sectores como el acceso a la energía, agua, educación o los transportes, así como el desarrollo de la alimentación y la agricultura. De formato sicav-SIF luxemburgués, su objetivo de rentabilidad neta anual está en el entorno de entre el 5% y el 8%.
A raíz de la pandemia de coronavirus, la gestora ha visto la oportunidad de lanzar un vehículo más local. “El mundo de las microfinanzas, del capital paciente y la inversión de impacto, encaja muy bien con el value investing y nuestra filosofía de largo plazo”, ha hecho gala León, haciendo extensible esta afirmación a Paramés.
Capitalismo “amable”
Su fondo español, sin embargo, tendrá otro enfoque: será un fondo de emprendimiento social europeo (FESE) y un 90% del mismo estará en acciones de las compañías, pudiendo ser el resto deuda o híbridos corporativos. Se han marcado la meta de levantar 40 millones y de dar un rendimiento neto anual del 8% al 10%.
Hacen una llamada a inversores institucionales y privados comprometidos con la sociedad: family offices, fondos, aseguradoras… “Los inversores ancla tendrán un perfil muy similar al del fondo internacional, pero no idéntico”, han explicado. Según han reconocido, un pool de inversores del Ibex 35 ya les ha comprometido 4,5 millones, y ahora esperan atraer la atención del ICO o del Fondo Europeo de Inversiones.
Su cartera estará conformada por 15 empresas con un ticket medio de 2,4 millones. Entre el 5% y el 10% del capital total será aportado por el propio holding de Santa Comba. Su target son empresas “maduras”, con facturación anual por encima del millón de euros, en break even e, incluso, con beneficio neto del orden de 50.000 ó 100.000 euros.
Aunque ya han hecho alguna aproximación a empresas con facturación de siete millones y 700.000 euros de beneficio, o cinco millones facturados y beneficio de 100.000 euros. “Queremos lograr la inclusión económica y social de los colectivos más desfavorecidos, que con la Covid están sufriendo especialmente”, en palabras de León. Esto es, mejorar las condiciones de vida de la base de la pirámide española mediante un “capitalismo amable”.