Azvalor relanza su 'hedge fund', con 100.000 euros menos de mínimo y más pequeñas cotizadas
Invertirá en compañías con capitalizaciones bursátiles por debajo de los 250 millones y la clase Fundadora no tendrá comisión de gestión.
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Azvalor relanza su hedge fund tras dos años de travesía por el desierto. En mayo de 2019, la gestora coliderada por Álvaro Guzmán de Lázaro y Fernando Bernad se aventuraba a estrenar un fondo de inversión libre (FIL), el formato español de este tipo de vehículos tan populares en el mundo anglosajón. Pero no ha tenido éxito, así que le han dado un giro de 180 grados: su mínimo de entrada es 100.000 euros más bajo, su nombre es otro y ahora estará centrado mayoritariamente en pequeñas cotizadas.
Si antes era Azvalor Ultra, en adelante será Umbra. No llevará aparejada la marca Azvalor a diferencia del resto de la gama para “darle una personalidad propia” y para “separar los fondos armonizados de los no armonizados” por normativa europea, confirman desde la gestora española.
Para su segunda puesta de largo, Azvalor Asset Management no ha fichado a ningún gestor, ni será asesorado por un tercero, y tampoco ha designado internamente a un responsable específico. Será labor de todo el equipo de gestores y analistas, con Guzmán de Lázaro y Bernad al frente.
“Es un fondo 100% filosofía Azvalor, complementario a los que ya existen”, subrayan en la firma.
Cuando salió al mercado, lo hizo con el ánimo de llegar a grandes clientes de la casa, ya que su mínimo de inversión era 200.000 euros. Pero era un momento muy complicado, con el value investing en horas bajas y tras una década en la que había sido barrido por el estilo growth. Para colmo de males, en menos de un año saltó la pandemia mundial de la Covid-19 y dio al traste con todo.
Por debajo de 250 millones
Pero desde el tercer trimestre del año pasado la filosofía en valor está de remontada y ha recortado diferencias con el estilo de crecimiento, lo que ha dado alas a la gestora madrileña para hacer una segunda intentona con este producto.
Entre sus novedades más importantes, destaca que el mínimo de entrada ha bajado de 200.000 a 100.000 euros, haciéndolo más accesible para los potenciales clientes. También que invertirá una parte mayoritaria de la cartera (más del 50%) en acciones de cualquier sector, principalmente de baja y media capitalización, esto es, inferior a 250 millones de euros.
No obstante, se reserva la posibilidad de acceder a compañías por encima de esta capitalización bursátil (hasta un 25%), “aunque en todo caso inferior a 1.000 millones de euros, siempre que se trate de acciones cuya media de transacciones diarias sea inferior a tres millones de euros”, establece su nuevo folleto.
Como suele ocurrir con los hedge funds, el precio del fondo -su valor liquidativo- será mensual y, por tanto, las suscripciones y reembolsos también. Además, tiene “condiciones más exigentes que los fondos normales”.
Bloqueo de 12 meses
Durante los primeros 12 meses no se podrán solicitar reembolsos de participaciones, lo que en la jerga financiera se conoce como un locked up. A esto hay que sumarle que en los dos años siguientes habrá que abonar una comisión de reembolso del 5% si se quiere salir del vehículo.
De las dos clases de participaciones con las que nace, la denominada Estándar tiene una comisión de gestión del 1% y una de éxito (sobre resultados) del 20%, mientras que la clase Fundadora solamente tiene la comisión de éxito.
Gestoras rivales como Cobas, Bestinver o Magallanes Value Investors también ofertan FIL a sus clientes. Algunos de estos hedge funds a la española son Cobas Concentrados, Bestinver Hedge Value Fund, Bestinver Tordesillas o Magallanes Impacto, con diferentes filosofías y objetivos. Algunos buscan concentrar las posiciones principales de la casa para aumentar el potencial de rentabilidad y otros simplemente tienen vocación de impacto social, caso del último, donde Magallanes colabora con Gawa Capital.