La inversión sostenible, responsable o que se compromete con el cumplimiento de factores ASG (ambiental, social y de gobernanza) se hace un hueco cada vez mayor entre los inversores. Los acontecimientos vividos durante 2020 forzaron un cambio significativo en la conciencia pública, situando la salud pública, el cambio climático, la diversidad, la igualdad y la inclusión entre los temas de mayor prioridad.
Sin embargo, son todavía escasas las empresas que están incorporando riesgos externos y ASG a sus estrategias a largo plazo, diseñando modelos de negocio innovadores para reorientarse hacia la creación de valor a largo plazo. En este sentido, NN Investment Partners es una de las gestoras líderes y pioneras en gestión activa con foco en sostenibilidad.
En la entidad están firmemente convencidos de que una participación activa a la hora de llegar a acuerdos con diferentes iniciativas ASG es la mejor manera de tener un impacto real positivo en la sociedad.
Líder en rendimiento
Uno de los fondos de esta gestora, el NN (L) Global Sustainable Equity, se posiciona como uno de los más rentables de la categoría sectorial ético de VDOS en la que se encuadra. Se revaloriza un 10,5% desde comienzos de año. La categoría de ético invierte en sostenibilidad, responsabilidad social, cooperación al desarrollo, consumo responsable, criterios sociales y éticos. No invierte en empresas de la industria militar, tabaco, ni alcohol.
La cartera de este fondo incluye una selección diversificada de acciones a partir de un universo de empresas que tienen modelos de negocios sostenibles. Normalmente, se trata de empresas que pueden crear valor de forma sostenible, ofreciendo soluciones sostenibles y mostrando un comportamiento sostenible, y que mantienen una posición competitiva sostenible.
Su enfoque consiste en buscar, a partir de la cadena de valor, riesgos y oportunidades vinculados a los factores ASG. Al hacerlo, tienen en cuenta factores que a menudo están fuera del alcance del análisis financiero tradicional, pero que pueden tener un impacto significativo en el rendimiento a largo plazo.
Tiene como objetivo superar a su índice de referencia, el MSCI World (Net), en un 2% bruto, sobre una base anualizada de tres años. También se proponen alcanzar una huella de carbono inferior a la del índice. Para ello, en su proceso de inversión y análisis, enfatizan la identificación de empresas de calidad con valoraciones atractivas que tengan un comportamiento superior a largo plazo.
Proceso de selección
La cartera de este fondo invierte en compañías de alta calidad, con modelos de negocio sostenibles. El compromiso de la gestora con la sostenibilidad se remonta al año 2000, cuando lanzaron la estrategia de Renta Variable Global Sostenible. A lo largo de las últimas dos décadas, han profundizado y mejorado sus conocimientos sobre cómo los factores ASG pueden afectar al desarrollo de las compañías, trasladando esta experiencia a la gestión de sus fondos sostenibles (global y europeo).
Es una gestión de equipo, con un proceso inversor sin cambios y demostrado a lo largo de los años, centrado en negocios sostenibles (mirando momentum a medio plazo, no sólo la foto actual ASG), ventajas competitivas, y niveles de retorno de flujos de caja sobre la inversión.
El equipo de renta variable sostenible incluye analistas repartidos por cadenas de valor, gestores, cogestores (algunos de ellos también analistas en el equipo desde hace muchos años), expertos en el tratamiento de datos y el equipo de inversiones responsables de la gestora. Sus miembros ayudan con temas regulatorios o de engagement (compromiso de las compañías respecto a sus planes de sostenibilidad), entre otros.
Con más de 20 años de historial gestionando renta variable sostenible, Paul Schofield se encarga de la dirección del equipo. Con la ayuda de Jeremy Kent, Hans Slob y Oskar Tijs. Estos dos últimos forman parte del equipo especializado de NN Investment Partners desde hace años, primero como analistas y ahora como cogestores. Mientras, Schofield y Kent han trabajado juntos en su anterior etapa durante más de una década.
Medio centenar de compañías
El equipo se muestra muy selectivo a la hora de seleccionar las 40-50 compañías que forman la cartera del fondo. El proceso inversor comienza con un filtro ASG (modelo propietario) y financiero (calidad, valoraciones, flujos de caja, negocios sostenibles) del universo invertible, que desemboca en un análisis fundamental profundo con foco ASG. El análisis extra financiero, que se integra a lo largo de su proceso inversor, les permite identificar variables determinantes en la rentabilidad futura de las compañías, buscando ventajas competitivas en términos de sostenibilidad.
Se excluyen las empresas involucradas en el desarrollo, producción, mantenimiento o comercio de armas polémicas, la producción de productos de tabaco, minería térmica de carbón, producción de arenas petrolíferas, petróleo de esquisto y gas y perforación ártica. Las restricciones también son aplicables a las inversiones en empresas involucradas en actividades relacionadas con el juego, las armas, el entretenimiento para adultos, cuero especial y pieles.
Es una gestión activa y bottom-up (selección a partir de análisis individual de cada compañía, de abajo arriba) con niveles de gestión activa (variación en la composición de la cartera respecto al índice de referencia) siempre superiores al 60%, en el que cada analista es responsable del seguimiento de unas 50 compañías.
El equipo está firmemente convencido de que la calidad y sostenibilidad de los modelos de negocio solo se encuentran siendo muy selectivos, por lo que la selección de la cartera final gira en torno a compañías que consideran best in class (las mejores de su clase). Analizan la cadena de valor, mirando la materialidad de los factores ASG sobre el retorno de inversión esperado, buscando inversiones que obtengan un retorno del flujo de caja de la inversión (CFROI) claramente por encima de su coste de capital.
Su objetivo principal es invertir en compañías sostenibles que puedan tener un mejor desempeño a largo plazo. En la gestora del grupo Nationale-Nederlanden creen que la implicación en forma de diálogo recurrente y constructivo con las compañías en que invierten, en materia de sostenibilidad, les permite tener una mejor percepción del trato al accionista y su evolución en materia ISR.
Para alinear sus recursos de forma coherente en términos de ASG e implicación, los equipos gestores se apoyan en su equipo de inversiones responsables, formado por nueve profesionales. En 2019 ejercieron su voto sobre más de 690 propuestas y en 52 juntas generales de accionistas.
Composición de la cartera
La cartera final tiene un cierto sesgo de calidad y crecimiento, si bien no buscan orientar la misma hacia un estilo determinado. Entre sus mayores posiciones encontramos acciones de Microsoft (5,3%), Alphabet (4%), Amazon (3,7%), UnitedHealth Group (3,4%) y 3I Group (2,80%). Por sector, los mayores pesos corresponden a tecnologías de la información (20,93%), financiero (18,11%), salud (14,71%), consumo discrecional (11,31%) e industrial (10,63%).
Por rentabilidad, el fondo se sitúa entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2020 y 2021, por encima del índice de su categoría durante 2019. A tres años, registra un dato de volatilidad del 20,8% y de 15,6% en el último año, periodo, en el que registra una ratio sharpe de 3,46 y un tracking error respecto al índice de su categoría del 8,9%. Aplica a sus partícipes una comisión fija de hasta el 0,65%.
Impulso sostenible
La promesa de Joe Biden de asignar una parte significativa de su presupuesto a energía limpia debería servir de apoyo a la transición energética, especialmente con los demócratas teniendo el control en el Senado de EEUU. Al mismo tiempo, China también se ha comprometido a lograr nivel cero de emisiones de carbono para 2060, lo que se espera que dé lugar a un crecimiento de inversiones adicional para instalaciones solares y eólicas en el próximo plan de cinco años del Gobierno.
En general, los gobiernos de todo el mundo están mostrando una mayor urgencia en torno al cambio climático y están estudiando planes de estímulo para mitigar los riesgos climáticos. Este es un telón de fondo positivo para la estrategia de Renta Variable Sostenible de la gestora. Muchas de las empresas que tienen en la cartera se benefician estructuralmente de las tendencias a largo plazo vinculadas con la transición energética, como el cambio hacia fuentes de energías renovables, computación en la nube y vehículos eléctricos.
En 2020, la cartera se benefició fuertemente de la aceleración de las tendencias con el advenimiento de la pandemia. Teletrabajo, comercio electrónico y equipos analíticos médicos son algunos ejemplos de temas que se comportaron excepcionalmente bien el año pasado. En los últimos meses, con el despliegue de las vacunas, han adaptado la cartera para una reapertura gradual de las economías y su efecto potencial sobre las expectativas de inflación y los tipos de interés.
Utilizando su enfoque de cadena de valor, el equipo gestor se centra en las empresas mejor posicionadas, que normalmente proporcionan soluciones sostenibles, muestran un comportamiento sostenible y disfrutan de una posición competitiva sostenible. Los elevados retornos sobre capital invertido y las oportunidades de crecimiento ayudan a generar un crecimiento superior a largo plazo.
***Paula Mercado es directora de análisis de VDOS