Mirabaud prepara fuertes recortes de salario para su plantilla de banqueros
Además de ser investigado en EEUU por la evasión de impuestos de Brockman, ha sido multado con 440.000 euros en Luxemburgo.
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Un hito en la banca de grandes fortunas, pero no para bien. Mirabaud prepara fuertes recortes de salario para su plantilla de banqueros a nivel internacional. El banco privado helvético, sumido en una crisis reputacional por su colaboración en varios casos de evasión de impuestos (desde España hasta Estados Unidos, pasando por Suiza), además ha recibido una nueva multa en Luxemburgo que no hace sino empeorar su imagen pública.
El banco suizo va a llevar a cabo una rebaja salarial en todos los estamentos del grupo y en todas sus geografías, con especial hincapié en los gestores patrimoniales o banqueros privados. Esta decisión también va a afectar a su sucursal en España. Además de los banqueros, se verán perjudicados en la gestora de activos, middle y back office del banco, compliance, riesgos y asistentes.
El grupo dirigido por Yves Mirabaud gestiona 39.100 millones de francos suizos en activos (unos 36.100 millones de euros). Tiene 15 oficinas repartidas por todo el mundo (Luxemburgo, Reino Unido, Francia, Brasil, Emiratos Árabes Unidos, etc, además de las ya mencionadas), las cuales emplean a 700 personas.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia de fuentes financieras próximas al grupo, las medidas se comunicarán formalmente a su plantilla en España en la primera semana de octubre y entrarán en vigor el próximo 1 de enero de 2022. No hay opción a la negociación. De hecho, supondrá un cambio en las condiciones contractuales de los banqueros.
Mirabaud opera en España desde 2009, con oficinas en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. Su plantilla asciende a cerca de 40 empleados, de los cuales una quincena son banqueros. El helvético maneja un negocio de alrededor de los 1.500 millones de euros en nuestro país. Tras la salida de Francisco Gómez-Trenor el pasado julio, sus dos responsables son Álvaro Nieto y Fernando Garro, director general desde la sede de Madrid y market head desde Suiza, respectivamente.
Salario, a la mitad
En estos momentos, el cálculo de los salarios para los banqueros de Mirabaud se formula en función de dos conceptos: uno fijo y otro variable, en este segundo caso ligado a ingresos generados, volumen de la cartera, otros objetivos comerciales aparejados y una parte discrecional por otros conceptos. Con la nueva fórmula que se aplicará a partir de 2022, se dará más peso precisamente a la parte discrecional dentro del variable, lo que de facto supondrá una disminución al depender más de consideraciones subjetivas que cuantificables u objetivas.
Por ejemplo, un banquero que gestione una cartera de 100 millones de euros y genere un millón de euros en ingresos al año, podría ver recortado su salario total en, aproximadamente, algo más de la mitad, desde el nivel de los 330.000 euros a los 150.000 anuales. Aunque gestores con patrimonios de este importe tan elevado son los menos, siendo más numerosos los que están por debajo.
Con todo, la reformulación será de aplicación para todos por igual, según las primeras aproximaciones de las fuentes consultadas. Se va a dejar de retroceder comisiones a los banqueros por distribución de fondos de inversión de terceras gestoras (en línea con MiFID II) y esa retrocesión se la quedaría el banco.
Los banqueros ya están mentalizados de que, si quieren seguir manteniendo su estatus actual y minimizar el impacto salarial, tendrán que recomendar a sus clientes más acciones que fondos de inversión, para así seguir generando altas comisiones. A día de hoy, un 30% de su bonus se calcula sobre los ingresos generados por la cartera. Por lo que, si los ingresos decaen, la parte variable de la retribución también menguará.
En cambio, un portavoz oficial de Mirabaud en España niega que este recorte salarial haya sido planteado.
Menos estructura
Mirabaud ya ha dado varios pasos antes para ahorrar costes y agilizar su estructura en España. Primero cerró su gestora de activos local y, como publicó este periódico, el pasado febrero cedió a la catalana Gesiuris la administración de sus sicav para ganar en eficiencia.
La relación entre el banco suizo y la gestora barcelonesa no es nueva. Gesiuris, presidida por Jordi Viladot, colabora con Mirabaud desde hace más de ocho años. Este proceso terminará de formalizarse en próximas semanas.
Nueva multa
Las aguas bajan revueltas para Mirabaud en todos los sentidos. Tal y como informó Invertia en exclusiva, el Senado de los EEUU investiga al banco helvético por colaborar en la mayor evasión fiscal de la historia del país. Supuestamente, el banco privado habría ayudado al empresario Robert Brockman a evadir impuestos durante, al menos, una década a través de 39 cuentas bancarias. Su esquema de evasión ascendió a 2.000 millones de dólares. Este caso le salpica tras su escándalo con el rey emérito de España, Juan Carlos I.
Ahora, la Comisión de Supervisión del Sector Financiero de Luxemburgo (CSSF, en francés) ha hecho público que el pasado 29 de julio impuso una multa administrativa por importe de 440.000 euros a Mirabaud & Cie (Europe) por incumplimiento de ciertas obligaciones profesionales en el marco de la normativa contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
"Especialmente en lo que respecta a la cooperación con las autoridades, así como en las obligaciones de debida diligencia de los clientes, en particular respecto a la falta de consideración de ciertos factores de riesgo para la clasificación de sus clientes", dicta el documento. Esta multa administrativa se impuso tras una inspección in situ de la CSSF entre 2018 y 2020.
La multa, que podría haber sido mayor, "tiene en cuenta algunas acciones correctivas tomadas por el banco para remediar las debilidades identificadas".
Mirabaud reconoce haber recibido tal multa y subsanado los defectos por los que ha sido castigado, que se remontan a 2018. Y, en palabras de su portavoz oficial, por aquel entonces "pasaron cosas similares en otros bancos, esto no es específico de Mirabaud", aludiendo a hipotéticas nuevas multas del supervisor en un futuro próximo a entidades rivales del sector.