Olea Neutral, el fondo todoterreno 'made in Spain' que reina en cualquier escenario de mercado
Rafael Peña y Hernán Cortés van cortos de bonos gubernamentales y largos de deuda emergente, tienen oro pero han salido de acciones asiáticas.
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Se llaman Rafael Peña y Hernán Cortés, y gestionan Olea Neutral, el fondo de inversión que reina en prácticamente todos los escenarios de mercado al ser un multiactivo de tinte moderado, un todoterreno. Esta pequeña joya escondida en lo más profundo del armario bien podría haber multiplicado por diez sus activos si se tratase de un fondo internacional, pero la realidad es que todavía van por los 130 millones de euros sumadas las diferentes variantes de la misma estrategia.
“Si nos llamáramos Smith y Johnson, tendríamos 400 millones en el peor de lo casos o, seguramente, más de 1.000”. Es una llamada de atención por la ‘marca España’.
Antes en Tressis y desde Olea Gestión hace dos años, la gestora independiente que montaron para ponerse por su cuenta, estos gestores han dado una rentabilidad anualizada del 6% desde que la estrategia echara a andar. Olea Neutral sube más de un 11,5% en lo que va de año y lleva captados más de 15 millones de dinero nuevo.
“El fondo multiactivo, entendido como una evolución de los mixtos, está ganando mucho peso en las carteras y tiene todo el sentido. Los monetarios pierden atractivo con los tipos entre cero y negativos y, además, están en un momento muy peligroso”, advierte Peña en una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia.
El leitmotiv de estos dos gestores es desarrollar una “gestión conjunta de los riesgos”, cuyo resultado son “rentabilidades muy interesantes en tiempos muy convulsos”. Si hiciéramos un símil con el mundo de la moda, su fondo sería “la talla intermedia del Zara”, y su objetivo es que los clientes confiaran entre un 15% y un 20% de una cartera tipo a su producto.
Para ilustrar cómo de metódica es su gestión de la rentabilidad-riesgo, basta con hacer una línea cronológica desde la crisis de 2008 hasta la crisis de la Covid-19. Por aquel entonces, no tenían acciones bancarias en cartera. Luego subieron en deuda pública, más tarde entraron en titulizaciones hipotecarias y, acto seguido, hicieron un doble movimiento de compra de bonos de comunidades autónomas y bonos subordinados bancarios. Justo antes de la Covid, volvieron a poner un pie en las acciones bancarias.
Sumadas la renta fija y la renta variable, bancos y financieras son el principal sector con un tercio de la exposición.
Oro, sí; Asia, no
Pero, ¿cómo ven el mercado llegados a este punto de reactivación post-Covid? Una de sus grandes apuestas son los bonos de mercados emergentes como México, Brasil, India, Rusia o Turquía, que pagan cupones más altos que los desarrollados. También cuentan con una presencia destacada de materias primas (6%), para rebajar el riesgo de una política monetaria ultraexpansiva que podría tocar su fin más pronto que tarde.
Respecto a esta última tesitura, “creemos que el oro es mejor contrapeso a la política monetaria que las criptomonedas”, yendo a contracorriente de los nuevos gurús de los criptoactivos.
En línea con esta idea, están cortos al 11% de bonos gubernamentales, los que más podrían sufrir con futuras subidas de tipos. “Nuestro negocio es comprar bonos a vencimiento que paguen bien, no jugar más bajadas de tipos para ganar dinero”, en defensa de sus posiciones emergentes y en contra de aquellos que compran Bund alemán como activo refugio.
La previsión de Peña es que “al menos en lo que resta de año y durante el primer semestre de 2022,ç la inflación va a estar por encima de los objetivos de los bancos centrales, y no descartamos que estos niveles sean más estructurales de lo que parece”. Entre la inflación persistente en niveles altos y posibles subidas de tipos de interés, “estamos viendo rinocerontes grises”, que es cuando ves venir los peligros de cara poco a poco pero, sin embargo, no haces nada para evitarlos. La complacencia del mercado.
Su último viraje para proteger a los clientes ha sido desprenderse de la posición del 3,5% que tenían en acciones del sudeste asiático, que han dejado a cero. “Pensamos que, ahora mismo, Asia es un sitio caliente”, en plena crisis de confianza en torno a China por el caso Evergrande. “Vemos en China paralelismos con la última gran crisis española, pero con más implicaciones. El sector de la construcción y las infraestructuras pesa el 28% del PIB, similar a lo que nos ocurrió a nosotros en la crisis”.
¿Cuándo volverán a las bolsas asiáticas, la región de mayor crecimiento del mundo? “Si hay una absorción sencilla de la crisis inmobiliaria china, sería un gran aliciente”, sientan las bases desde Olea Gestión.