Las bolsas europeas liderarán la revalorización de la renta variable global el año que viene. Esta es la tesis fundamental de BBVA Asset Management de cara al ejercicio 2022, en el que la gestora prevé rendimientos de hasta el 15% -"incluso algo más"- para algunas plazas del Viejo Continente, que seguirán contando con el apoyo de los bancos centrales. Y es que no estima subidas de tipos antes de 2023 ni en EEUU.
A pesar de la persistencia de riesgos como la pandemia y una inflación que ya se encuentra "en cotas muy altas", el director de estrategia global de BBVA AM, Joaquín García Huerga, considera que el crecimiento de los beneficios corporativos y el "poco atractivo en términos de rentabilidad-riesgo" de la deuda soberana y el crédito auparán las bolsas.
Y, dentro de este capítulo, consideran que las bolsas europeas son las que más tienen que ganar en 2022 debido a su menor valoración relativa frente a las norteamericanas. Además, García Huerga ha destacado que Wall Street "es crecientemente dependiente de que la tecnología lo haga mejor que el conjunto del mercado", lo que no ocurre a esta orilla del Atlántico por mera ponderación de este sector.
Arranca el 'tapering'
Aunque desde la gestora del grupo BBVA consideran que "vamos a entrar en una fase en la que los bancos centrales se van a ir retirando", prevén que el primer movimiento vendrá por la reducción de los volúmenes de compras. En su hoja de ruta para el próximo año, el director de estrategia de la casa considera que el primer repunte de tipos oficiales no llegará en EEUU "hasta la reunión de la Fed de marzo de 2023".
Con estas premisas, la firma estima que los parqués europeos "podrían subir entre un 10% y un 15%". Como ejemplo, el hecho de que mientras el Ibex 35 cotiza a una ratio PER de 13,3 veces, el S&P 500 alcanza las 21,5 veces. Y mientras las estimaciones de crecimiento de beneficio por acción llegan al 16% en el caso del selectivo español, en el índice americano se quedan en el 10%.
Fuera de la deuda soberana
Ante la estimación de que los bonos a diez años del Tesoro de EEUU ronden una rentabilidad del 1,6% y que los emitidos por Alemania al mismo vencimiento se mantengan en tasas negativas (en torno al -0,3%), la gestora de BBVA mantiene su infraponderación hacia bonos de gobiernos desarrollados, "porque los cupones son muy bajos y hay riesgo de subidas en las curvas de tipos".
En medio de lo que la firma considera "una larga transición de growth a value, marcada por la lentitud de la subida de los tipos de interés y las políticas monetarias", también se apunta que la renta fija corporativa de mercados desarrollados "tiene poco atractivo en términos de rentabilidad-riesgo".
La firma de inversión tan solo encuentra algo de interés para invertir en renta fija emergente, muy seleccionada, tanto en divisa local como emergente. En este capítulo, manejan una previsión para el par euro-dólar de entre 1,15 a 1,20 'billetes verdes' por cada euro.
Eso sí, García Huerga advierte de que aquí "el riesgo es que la divisa estadounidense se fortalezca por la divergencia de comportamiento que mantendrán los bancos centrales".