Los inversores españoles pueden estar tranquilos. Apenas una decena de fondos de inversión sucumbirían ante un nuevo escenario extremo de mercado en los próximos seis meses, esto es, un 1,3% del patrimonio de la muestra que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha utilizado en sus últimos test de estrés, que comprenden 408 productos y abarcan el periodo desde diciembre de 2008 a junio de 2021.
A diferencia de la gran crisis financiera de 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers, la crisis del coronavirus ha pasado de puntillas por la industria de los fondos de inversión. También en lo que a España respecta.
Estos test de estrés llegan en un momento muy oportuno, cuando la nueva variante del virus, ómicron, acecha con echar por tierra la recuperación económica. Bolsas como el Ibex 35 ya han reaccionado a la baja, generando muchas dudas entre los inversores, que temen nuevas caídas en los parqués.
Pero todo parece estar bajo control, al menos en lo que se refiere a los fondos domiciliados en España. En el escenario de reembolsos más extremo, denominado Conditional Expected Shortfall o CoES, en el que el shock de reembolsos estimado es -dependiendo de la vocación de los fondos- entre tres y nueves veces superior al registrado en la peor semana de la crisis de la Covid-19 en marzo de 2020, el número de fondos que podrían experimentar problemas de liquidez es de diez en total, pone en contexto el supervisor español de los mercados.
De ellos, seis pertenecen a la categoría de fondos de renta fija de alto rendimiento (o high yield); dos vehículos están incluidos dentro de ‘otros fondos’; uno es de renta fija soberana minorista y un último fondo es de renta fija soberana mayorista.
Hasta un 50% de activos vendibles
Por otro lado, el organismo que preside Rodrigo Buenaventura ha utilizado el enfoque High Quality Liquid Assets (HQLA) para medir la proporción de activos líquidos de los fondos, que delimita los activos a disposición de los fondos para afrontar un shock negativo que pudiera suceder durante los siguientes seis meses. Y el resultado es que la media ponderada de activos líquidos -que pueden venderse rápidamente- se sitúa entre el 30% y el 50% del patrimonio de los fondos.
“Las categorías de renta fija son las que presentan ratios de liquidez más bajas, en especial la de bonos corporativos de alto rendimiento, mientras que las categorías de renta variable y otros tienen proporciones de activos líquidos más elevadas”, detalla la CNMV en su informe de Intermediación Financiera No Bancaria en España, correspondiente al ejercicio 2020.
El tercero de los análisis llevados a cabo consiste en estimar el impacto en los precios de los mercados de deuda y de renta variable cuando los fondos se enfrentan a escenarios de reembolsos adversos. Y la conclusión es que “el impacto es limitado”.
En el escenario más adverso posible, se calcula que los precios de los activos de renta variable caerían de media 7,25 puntos básicos; los de la deuda privada de alta calidad (grado de inversión) lo harían 8,14 pb; los de la deuda privada high yield, 3,55 pb, y los de la deuda pública, 3,33 pb.