Julien Faure, gestor de Amiral Gestion.

Julien Faure, gestor de Amiral Gestion.

Fondos de inversión

Julien Faure (Amiral Gestion): “Evergrande ha añadido pesimismo, pero el impacto en China y Asia es limitado”

El gestor del fondo Sextant Asie ve oportunidades de inversión en pequeñas compañías de Japón, China, Indonesia, Filipinas o Vietnam.

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El 2021 no ha sido del todo favorable para las bolsas de la región asiática. Sus países contuvieron pronto la Covid, pero luego se estancaron en la vacunación, un clima de incertidumbre al que se sumó más tarde la intervención estatal de China sobre algunos de sus sectores ‘calientes’ y la crisis de la promotora inmobiliaria Evergrande, que no ha hecho sino acentuar la crisis regional.

Pero, esto que a grandes rasgos es un resumen bastante apropiado, esconde pequeñas realidades y divergencias internas que han hecho que algunos mercados asiáticos sí hayan ofrecido oportunidades de inversión a los gestores de fondos más avezados. Como Julien Faure, responsable del fondo Sextant Asie en Amiral Gestion.

En medio del tumulto, la gestora francesa se atrevió a lanzar el pasado año un fondo que invierte en acciones asiáticas, incluido Japón, basado en el análisis fundamental y con flexibilidad para comprar empresas de cualquier tipo de capitalización, desde las más grandes hasta las más pequeñas.

En una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia, Faure quita hierro al asunto de Evergrande, sobre todo a un posible contagio al resto de países de Asia, y asegura que en la firma se muestran “bastante optimistas para 2022”.

Este año no ha sido bueno para la región asiática, ¿prevé que el 2022 sea mejor?

En la economía y los mercados bursátiles, siempre hay por qué preocuparse, la incertidumbre es amiga del inversor a largo plazo porque adiciona una prima de riesgo sobre nuestras inversiones, nos remunera. El momento más peligroso para invertir fue en marzo de 2021, cuando todo el mundo estaba convencido de que China era un lugar increíble para invertir, con pocos riesgos, y los precios reflejaban un escenario optimista.

Es cierto que el año 2021 no ha sido bueno para la región asiática en general. No obstante, lo interesante es que hemos visto bastante diferencia entre los países. China, Hong Kong y Malasia tuvieron mal comportamiento, frente a datos positivos en Japón, India, Indonesia y Tailandia, que lo hicieron mucho mejor, muchas veces con rendimientos de dos dígitos desde enero.

Algunos países como Filipinas o Corea del Sur casi no hicieron nada frente a su índice de referencia, pero fuera del índice tuvieron algunas empresas que lo hicieron muy bien.

En conclusión, Asia es un lugar con situaciones muy diferentes, mucha variabilidad que hay que aprovechar. Dicho esto, somos bastante optimistas para 2022. Vemos muchos cambios en varios países que crean oportunidades. Por ejemplo, en Japón, la digitalización de las facturas va a aumentar bastante con la aparición de nuevas leyes facilitándolo. En otros países, prevemos interesantes salidas a bolsa y spin offs que nos parecen hay que tener en el radar. La normalización de la situación de la Covid-19 también ofrece oportunidades en industrias tradicionales como el retail en Indonesia.

Varios volúmenes de 'Japón, el archipiélago de la cultura'.

Varios volúmenes de 'Japón, el archipiélago de la cultura'.

¿Qué ha pesado más sobre la región, la crisis china de Evergrande o la situación de la Covid?

En resultados concretos, vemos un mayor impacto a causa de la Covid-19. Al principio, Asia parecía la región que mejor había gestionado la primera parte de la crisis, cuando había que protegerse. En parte porque ya tenían esta cultura en Japón y, además, porque implementaron medidas mucho más rápidamente en estos países que en Europa.

En bolsa, los fabricantes de mascarillas y guantes desechables en Malasia obtuvieron muy buenas rentabilidades al principio (entre 200-400% durante la crisis). Pero esta primera impresión ha cambiado bastante. Estas compañías volvieron a los precios pre-Covid, con pérdidas del 70-80% por culpa de la bajada de precios de sus productos y del aumento de la competencia. Todo el mundo ha adoptado una estrategia de vacunación de la población y, por culpa de una logística menos desarrollada y de un acceso más complicado a las vacunas, Asia ha ido con retraso en 2021 comparado con Europa y Estados Unidos.

Esta situación todavía hoy causa bastante disrupción para la industria, los centros de producción en Vietnam, por ejemplo, pero las cosas van mejorando. Varios países llegaron al 70% de su población con doble vacuna en septiembre. Otros (Corea del Sur, Japón, Vietnam, Tailandia, Indonesia y Filipinas) quedaron algo rezagados con respecto a la media mundial, pero van mejorando y somos bastante optimistas.

Por su parte, y de forma general, la crisis de Evergrande ha añadido pesimismo con respecto a la inversión en China, pero el impacto hasta hoy se ha limitado al sector inmobiliario chino y sectores conexos como los seguros o empresas que tenían una relación de negocios con las inmobiliarias que no pueden pagar. Este acontecimiento también ha atraído la atención sobre la deuda en el sector inmobiliario y sobre la deuda oculta de gobiernos locales chinos, considerada insostenible. Vigilamos de cerca todo lo que está ocurriendo, pero por el momento no vemos mucho impacto sobre el resto de países asiáticos.

Somos más precavidos con lo que dicen las compañías chinas y más optimistas con lo que dicen las compañías japonesas

En Amiral Gestion se caracterizan por hacer inversión value, ¿dónde está el valor dentro de la región asiática?

Claramente, hoy encontramos compañías value en muchos países asiáticos. Nuestras inversiones se enfocan en Japón, China, Indonesia, Filipinas y Vietnam. Filipinas es particularmente interesante porque muchas empresas descontaron de cinco años o más sin realmente verse afectado su modelo de negocio.

Estamos encontrando empresas value, sobre todo, en el segmento de pequeña y mediana capitalización. Cerca de la mitad de nuestro fondo asiático está invertido en compañías de menos de 1.000 millones de euros de capitalización bursátil. En parte estas compañías han sido penalizadas por la Covid-19, pero ahora ofrecen un potencial de crecimiento de beneficios más elevado. No obstante, otras se han visto beneficiadas por la pandemia porque se encuentran en un nicho de mercado y la pandemia ha provocado cambios en las costumbres de los consumidores, sobre todo consumiendo más en casa y comprando en mayor medida por internet.

Las empresas chinas se muestran muy optimistas y las japonesas más pesimistas. ¿Es la realidad verdaderamente así?

Creemos que esta tendencia no cambiará mucho en los próximos años, es un tema cultural. En general, observamos una tendencia agresiva en las compañías chinas con las que hablamos. Toman decisiones demasiado rápido y, en la cultura china, tener fracasos está aceptado. En Japón es justo lo contrario, tomar decisiones se hace lentamente con un proceso de consensos y los directivos prefieren intentar evitar los fracasos, son más conservadores.

Pese a todo, observamos también que los directivos japoneses de menos de 40 años, que gestionan empresas cotizadas, son algo más agresivos que antes, son más nativos digitales y, a menudo, han trabajado con anterioridad en compañías internacionales como Google, Facebook o consultoras en las que han aprendido otra manera de gestionar un negocio.

En nuestra opinión como stock pickers, se trata de entender esas diferencias culturales y ver cómo aprovecharlas. Somos más precavidos con lo que dicen las compañías chinas y más optimistas con lo que dicen las compañías japonesas.

Evergrande Center (Shanghai).

Evergrande Center (Shanghai). ALY SONG. Thomson Reuters.

La gran mayoría de inversores dan por perdido el mercado japonés, pero ustedes confían mucho en él. ¿Por qué?

Vemos muchas oportunidades en Japón, por ejemplo, con el envejecimiento de la población, que mucha gente considera un problema, pero también puede ser una oportunidad: ha forzado al país a la automatización y, actualmente, Japón es un líder mundial en robótica y automatización de almacenes, y exporta su tecnología.

El nivel de inversión en el mercado por parte de extranjeros sigue creciendo y la asignación de capital sigue mejorando, en parte gracias a activistas y fondos de engagement que piden cambios a los directivos de las empresas. Los beneficios y los dividendos también crecen cada año.

Por otro lado, en Japón, las compañías de pequeña capitalización tienen una tesorería importante, lo que les permite enfocarse en su negocio reduciendo el riesgo.

¿Qué sectores y empresas concretas son sus principales apuestas hoy día?

En relación a los sectores, los principales son bienes de consumo (24%), media/internet (19%), tecnología (17%), servicios para empresas (10%) e industria (10%).

En lo que respecta a las compañías, nuestras apuestas principales son: Business Brain Showa-Ota (de Japón, sobre consultoría de digitalización y externalización de procesos, se posiciona como una alternativa económica a los gigantes internacionales como Accenture, con una oferta integrada atractiva para sus clientes); MAP Aktif (de Indonesia, líder de la distribución de artículos deportivos en el país; a corto plazo está sufriendo por las medidas restrictivas contra la Covid, pero la evolución de las ventas por internet y su diversificación internacional son prometedoras) y Ginebra San Miguel (de Filipinas, un reconocido productor de ginebra con cerca de dos siglos de historia).

Para quien no conozca la región, parece que Asia es solo tecnología. ¿Tanto es así o hay más sectores punteros o rentables?

Hay bastantes compañías tecnológicas en Asia, pero también encontramos muchas empresas buenas fuera de este sector. Nos podemos preguntar si la tecnología a día de hoy es un sector aparte o en realidad se trata de un habilitador que afecta a todos los sectores. Cada empresa de nuestra cartera utiliza algunos elementos de tecnología para continuar o mejorar su negocio.

El sector de los bienes de consumo es interesante y rentable, con marcas potentes que de verdad disponen de pricing power. En la industria, somos accionistas de empresas que producen bienes de un nicho de mercado para el mundo entero, como compresores de aire libres de aceite o pistolas para pintura, ya que ambos permiten consumir menos energía o pintura. Estos negocios tienen buenos rendimientos sobre el capital invertido. Con ello entendemos que existe mucha diversidad en Asia e intentamos aprovecharla.