Otra especie ha terminado por extinguirse. Aunque, esta vez, tiene forma de empresa de servicios de inversión. España dice adiós a su última sociedad gestora de carteras, Fin-Brok, que pone fin a su actividad regulada tras 37 años de antigüedad.
Esta firma, de la familia Morales Montoto, ha cambiado su denominación social a una simple sociedad anónima. Y, por consiguiente, su objeto social. En adelante, se dedicará a "promover, gestionar, coordinar e intermediar en las actividades de prestación de servicios de consultoría y asesoramiento en materia tributaria, mercantil, formación, marketing, estudios de mercado, consultoría comercial y estratégica, así como asesoramiento comercial en el campo inmobiliario", según se detalla en el Registro Mercantil de Madrid.
Fundada en 1984 y registrada como SGC cinco años más tarde, en 1989, la firma madrileña está presidida por Miguel Morales Montoto, mientras que su consejero delegado es Víctor Morales Montoto. Otros familiares forman parte de su consejo de administración.
Esta figura societaria, supervisada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se creó como un escalón intermedio entre las empresas de asesoramiento financiero (EAF) y las agencias y sociedades de valores (AV y SV). Pueden 'tocar' dinero, cosa que las EAF no pueden hacer, aunque no tienen tantas competencias como las AV y SV, sobre todo en cuanto a la capacidad para operar por cuenta propia, como sí están habilitadas las SV.
Otro tipo de figuras más amplias que también dan servicios de inversión son las sociedades gestoras de instituciones de inversión colectiva (SGIIC) y las propias entidades de crédito, esto es, los bancos.
atl Capital se queda su sicav
Las SGC, como intermediarios financieros, se dedican principalmente a la gestión discrecional e individualizada de carteras de inversión, así como al asesoramiento sobre inversiones en valores negociables y otros instrumentos financieros. Sin embargo, es una figura que ha caído en desuso con el paso de los años, al contrario que otras que han ido ganando peso progresivamente, como las AV y, sobre todo, las SGIIC, la figura más demandada desde la entrada en vigor de la normativa europea MiFID II.
Hace una década, ya se dejaba notar su tendencia bajista. Por el año 2012, apenas abarcaban en torno al 3% del patrimonio español dirigido a la inversión. Algunas de las entidades con esta figura fueron Santander Carteras, Patrivalor o Ibercaja Patrimonios. Pero las obligaciones impuestas por el supervisor, que provocaron que se integraran en sus respectivos grupos bancarios aquellas gestoras de cartera dependientes de algún banco o caja, redujeron el protagonismo de las independientes a la mínima expresión.
A cierre de 2019, Fin-Brok, la última de su 'especie', registró unas ventas de casi 404.000 euros y obtuvo un resultado neto superior a los 37.400 euros. Su capital social era de 120.000 euros.
Si alguien se ha beneficiado de su cierre esa es atl Capital, que se ha quedado como gestora de la sicav familiar de los Morales Montoto. Con cerca de 22 millones de euros en activos bajo gestión, atl Capital será la encargada de comprar y vender las posiciones de Fimbrobolsa.
La sicav está invertida en acciones como Acciona, Iberdrola, Repsol o CaixaBank y en fondos de inversión como el Robeco Global Consumer Trends, según el último informe del tercer trimestre del año pasado.