La cruda realidad que se esconde tras los 'escasos' 275 millones que salieron de las sicavs el año pasado

Podría parecer a priori que los 276 millones de euros que las grandes fortunas sacaron de sus sicavs el año pasado son buenas noticias para el sector, con una supuesta desaceleración de los reembolsos. Pero nada más lejos de la realidad.

Lo que se esconde tras esta 'escasa' cifra de salidas netas de dinero en las sociedades de inversión que usan empresarios, artistas y deportistas para gestionar su patrimonio es que, en verdad, hay un miedo atroz a pagar un 25% de Impuesto de Sociedades en vez del ventajoso 1% y, por tanto, muchas sicavs ya se han liquidado o fusionado.

Esto es, que la base sobre la que se hace la comparación no es igual a la del 2020, sino que es bastante menor. En 2021 ya hubo una gran fuga preventiva de capitales desde las sicavs a otros vehículos de inversión. De ahí la distorsión de las cifras.

Cabe recordar que en 2020 las sicavs sufrieron reembolsos netos cercanos a los 1.240 millones. Aparentemente, en 2021 habría habido 4,5 veces menos de salidas… pero solo si el número de sicavs se hubiera mantenido constante. Cosa que no ha ocurrido.

Como recogía BME en su Informe de Mercado 2021, desde finales de marzo de 2020, coincidiendo con el inicio de la Covid-19, hasta 283 sicavs (154 de ellas en 2021) se han excluido de la bolsa. Y esta tendencia ha ido en aumento con el paso de los días.

Los empresarios mueven ficha

Como ha venido publicando este periódico, las manos fuertes del mercado ya han empezado a protegerse de la nueva ley antifraude. Por ejemplo, el fundador de Pronovias, Alberto Palatchi, ha culminado la fusión de sus sicavs (Gesprisa con Herprisa) dando lugar a la segunda mayor sicav de España, con 928 millones de euros en su haber. Apenas le separan cinco millones para desbancar a Torrenova, de los March, como la sicav más grande.

También se han fusionado Salmón Mundi Capital y la sicav del bodeguero José Masaveu, Versen Global Value. Y así con otras tantas sociedades de inversión de capital variable, aunque se espera que los grandes movimientos se produzcan a partir de febrero y hasta el primer semestre de 2023.

José Masaveu en la bodega de Valverán (Asturias).

El día 'D' de las sicavs es el próximo 31 de enero, cuando tendrán que comunicar mediante hecho relevante en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) si se disuelven o se mantienen. Si bien la mayoría de clientes optarán por trasvasar el dinero a carteras de fondos, aprovechándose del salvoconducto fiscal que ha otorgado el Gobierno para no pagar por las plusvalías, otros barajan montar sociedades de inversión libre (similar a los hedge funds), sociedades de capital riesgo o sociedades limitadas.

Con todo, las sicavs cierran el ejercicio 2021 con un patrimonio bajo gestión de 29.006 millones de euros, un 6,4% más que el año previo, con datos de VDOS. Sin embargo, su avance se debe no precisamente al impulso comercial, sino al positivo empuje de los mercados durante el pasado ejercicio, que añadieron un rendimiento a las carteras de 2.022 millones. En términos netos, el crecimiento de las sicavs ha sido de 1.746 millones.

Un espejismo frente a los malos augurios de banqueros, consultores y abogados, cuya estimación es que podría llegar a volatilizarse el 80% de estas sociedades de inversión por no cumplir con los nuevos requisitos mínimos (100 accionistas con 2.500 euros cada uno), y hasta 20.000 millones de patrimonio. Quedarán muy pocas, pero más grandes.