De reducir la huella de carbono a mejorar las sociedades oprimidas: los retos de la inversión ASG
El CEO de Renta 4 Banco analiza la gran oportunidad que ha surgido con la inversión sostenible y socialmente responsable, incluida Latinoamérica.
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Transversalidad. La inversión socialmente responsable lo impregna todo. Desde la acción de un banco hasta los fondos de inversión que gestiona ese mismo banco. De un continente puntero como Europa a un continente con todo el potencial por delante para explotar en materia sostenible como es Latinoamérica. De reducir la huella de carbono de un sector económico a abrir las sociedades oprimidas. Bien lo sabe Renta 4 Banco, protagonista de esta transformación.
Y es que, como recuerda Juan Luis López, consejero delegado de Renta 4, el compromiso social corporativo es un tema que está “totalmente alineado con nuestra propia visión como compañía”. Para el grupo, “no se trata de una cuestión de moda”.
“Pensamos que la educación y la inversión son los dos principales motores de progreso de la sociedad”, señala el CEO de Renta 4. Una sociedad que, en lo que respecta a las inversiones, por fin ha asumido como propio “el trinomio rentabilidad-riesgo-sostenibilidad (o impacto)”.
Tanto en el que invierte como en el que es invertido, “ya no es aceptable que las empresas solo observen criterios financieros, sino que deben tener en cuenta el impacto en su entorno”. ¿Y en qué se traduce este impacto inversor? Como explica López, “ya sea porque ofrece garantías de que no perjudica el medioambiente o va en contra de derechos sociales, como incluso que realmente reduzca huella de carbono o mejore el desarrollo de sociedades oprimidas”.
Renta 4 cierra filas en torno a la sostenibilidad a todos los niveles. En enero de 2020, se adhirió a los principios UNPRI, comprometiéndose a integrar los criterios medioambientales, sociales y de buena gobernanza (ASG) en sus decisiones de inversión, y actualmente están clasificando sus fondos de inversión bajo el artículo 8 de la normativa europea SFDR de divulgación de finanzas sostenibles, que entró en vigor el pasado marzo.
Fondos temáticos
De estos movimientos sale la oferta central de su gama de fondos temáticos: fondo de hidrógeno, fondo sobre medio ambiente, fondo de salud, Fondo Ético Educa 5.0 y proponen a sus clientes un amplio catálogo de carteras modelo sobre cambio climático y futuro sostenible.
Asimismo, como grupo este año han pasado el escrutinio de la agencia de calificación Clarity AI, habiendo obtenido una “buena puntuación”.
Además, el 'green MiFID', que implicará que a partir de agosto los asesores financieros tengan que preguntarle a sus clientes por sus preferencias de sostenibilidad, acelerará más si cabe esta tendencia: “Esta demanda irá haciéndose todavía más patente, lo que seguirá impulsando el desarrollo de este tipo de fondos”.
La normativa en esta ocasión hará de guardián de la sostenibilidad y la verdadera inversión responsable. “La normativa de los últimos años está avanzando en fijar criterios específicos y técnicos para definir qué es sostenible y qué no lo es, para evitar prácticas de greenwashing”, recuerda López, si bien de forma natural el ‘ecopostureo’ debería caer en desuso: “El coste reputacional del engaño y de malas prácticas es muy alto, y cada vez va a ser mayor, lo que, sin duda, contribuye a mitigar el greenwashing”.
Lo que subyace es la imperiosa necesidad de respaldar a las empresas con sólidas políticas ASG, en un ejercicio de “visión holística”, porque “reducen los riesgos y, por ende, mejoran la rentabiliad”. Esto es, “lógicamente, la decisión correcta”.
Latinoamérica sostenible
Si Renta 4 tiene una ventaja competitiva en este terreno, esa es su presencia en Latinoamérica. “En Europa, la integración de aspectos ASG en los productos de inversión se está convirtiendo en algo normal. No obstante, la demanda de productos ASG en Latinoamérica no se queda atrás y ha crecido de forma importante en los últimos dos años. Los números que tenemos tras la pandemia nos dicen que la demanda de productos ASG en esta región del mundo es de las más altas, aunque la oferta todavía tiene que ponerse al día”, pone en contexto el CEO del banco de inversión español.
Se abre ante sí una oportunidad de llevar la inversión responsable a países como Chile, Perú o Colombia, pero también al resto del continente.
La inversión ASG es especialmente relevante en estos países. Por un lado, los compromisos para incrementar la participación de las energías renovables en el mix de generación, que en esta región tienen un gran potencial de desarrollo, suponen “importantes oportunidades de inversión”. De otro lado, están las necesidades sociales de estos países, entre ellas las carencias en los sistemas sanitarios que han quedado expuestas en la pandemia, y que “también constituyen una fuente de oportunidades de inversión ASG”. Campo abierto para la responsabilidad y el progreso.