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Abante repite estrategia. La firma de inversión opta por volver a sobreponderar las bolsas e infraponderar la renta fija en sus carteras. Eso, sí después de haber alcanzado unas rentabilidades que califica como "excepcionales" en 2021, considera que ha llegado el momento de reducir riesgo gracias al establecimiento de ciertas coberturas y la revisión de algunas posiciones.

El director de inversiones y socio de Abante, Ángel Olea, ha señalado que, aunque lo "lógico" sería "ver algo de desaceleración económica según vaya endureciendo la política monetaria la Reserva Federal de EEUU, el mercado no está poniendo encima de la mesa ninguna recesión". En este sentido, a pesar de las "dudas y movimientos fuertes" con los que ha arrancado 2022, prevé que las compañías de calidad sigan liderando las ganancias.

La estrategia de la firma pasa por "un enfoque prudente, pero con las palancas necesarias para aprovechar las oportunidades que se pudieran presentar", según explica Marta Campello, socia y gestora de Abante. Sin embargo, subraya que "es importante estar invertido, estar dentro del mercado y aprovechar los momentos buenos y estar preparados para pasar los malos lo mejor posible".

Amortiguar riesgo

Esta prudencia se concreta en un menor nivel de riesgo, con una reducción de peso en ideas temáticas, que suponen una cuarta parte de la inversión en bolsa de la firma. Campello explica que se ha procedido a la venta de "algunos de los fondos que mejor lo habían hecho en 2021, como semiconductores, que se había revalorizado casi un 40%". También se ha aflojado un tercio la posición en torno a recovery trade.

Como parte de esta rotación, Abante ha incorporado un fondo "que apuesta por los segmentos de tecnología que se habían quedado más rezagados", ante el convencimiento de que "es un sector en el que todavía sigue habiendo recorrido". Asimismo, se ha incorporado un fondo de infraestructuras cotizadas para sumar un componente defensivo a la cartera.

En la parte core de la cartera de la firma independiente, que representa tres cuartas partes de la misma, el foco sigue en empresas de calidad, ya que "defienden muy bien las carteras en momentos de estrés o de caídas". Además, Campello señala que "pueden ayudar en un entorno más inflacionista" como el que se espera para este año.

El objetivo de estos movimientos, se ha reducido la beta en renta variable, mientras que se mantienen las coberturas en las carteras mixtas a través de opciones. Una estrategia que, según recuerda la gestora, se lleva implementando "desde hace seis meses" y que se ha reforzado en la recta final del año.

Evitar el pánico

Por lo que se refiere a la parte de renta fija de las carteras, el equipo de gestión de Abante ha suavizado el nivel de riesgo mediante una rebaja en la duración de los bonos de gobierno. Mientras tanto, en crédito se decanta por activos poco sensibles a las subidas de tipos de interés que se avecinan en muchas de las principales economías mundiales.

Olea subraya que un factor fundamental para haber conseguido un avance del 26,5% en Abante Bolsa (renta variable) y del 12,84% en Abante Selección (fondo mixto) a lo largo de 2021 es que se ha evitado "caer en modas o tentaciones, como podría haber sido la de salirse del mercado antes de tiempo porque ya habían corrido mucho las valoraciones". Una tesis por la que abogaron muchos expertos ya en 2020 y de la que Abante se desmarcó con rotundidad.

Al término de este último ejercicio, la gestora acumuló activos bajo gestión por 7.000 millones de euros. Una partida que se eleva hasta los 10.000 millones de euros si se contabiliza todo el patrimonio asesorado por la firma. Sin contar con la incorporación de Dux Inversores, cuya ejecución está pendiente del visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), alcanza los 9.500 clientes y una plantilla de 240 personas.

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