Bolsa europea y deuda emergente. Sobre esos dos pilares se cimenta la estrategia de inversión de Invesco para 2022. Sin embargo, la gestora independiente, una de las mayores del mundo, es consciente de que su postura va a contracorriente de la teoría. “Los datos históricos dicen que no será un año de renta variable o activos de riesgo. Más bien será un año de activos defensivos”.
Con todo, Fernando Fernández-Bravo, su responsable de Ventas Institucional, defiende que “nosotros todavía creemos que estamos en un ciclo expansivo” y califica al año en curso como “de transición”.
Su escenario central gira en torno a que la inflación alcanzará máximos a mediados de 2022, moderándose “paulatinamente” una vez ya iniciado el 2023; que la Reserva Federal estadounidense (Fed) “no hará cuatro subidas de tipos como descuenta el mercado ni siete alzas como predicen algunas casas”, sino “solo tres y no en marzo la primera”, y que las economías avanzan hacia tasas de crecimiento real tendencial.
A tenor de la estadística, en épocas de ralentización se produce una convergencia de las rentabilidades entre las clases de activos y la deuda pública se sitúa en cabeza en términos ajustados por el riesgo. Pero como Invesco se inclina a pensar que el ciclo todavía está en su última fase de expansión, aún habría margen para invertir en renta variable, que tiene una evolución óptima en fases de crecimiento de los beneficios, así como en deuda corporativa, que brinda mayores cupones que los bonos gubernamentales.
“Tenemos cierta esperanza en que no se produzca una subida de 50 puntos básicos en los tipos oficiales de EEUU en marzo, porque algunos de los problemas actuales son temporales o transitorios motivados por la Covid”, ha reconocido Fernández-Bravo en una presentación ante la prensa.
El foco de Invesco está puesto en los parqués europeos por su mayor vinculación a los valores value y la recuperación económica. En este sentido, el experto confía en que “el Ibex 35 lo puede hacer mejor y recuperar parte del terreno perdido por el cambio de paradigma”.
Más productos de criptos
La gestora también se muestra muy optimista con respecto a la evolución de los ETFs, que en 2021 registraron un año récord en el mercado europeo. Por clase de activo, los ETFs de bolsa asumieron el 69,4% de los nuevos flujos de capital; los de renta fija, un 22,3%, y los de materias primas, que se han estancado, apenas cosecharon un 7,5%.
Y, aunque solo tienen el 14% de los activos totales en ETFs europeos, el año pasado los fondos pasivos con enfoque sostenible acapararon el 50% de las entradas, multiplicándose la demanda de soluciones de inversión indexadas con sesgo medioambiental, social y de gobernanza corporativa (ASG).
A este respecto, Laure Peyranne, directora de ETFs para Iberia, Latam & US Offshore de Invesco, ha destacado la buena acogida de su Invesco Physical Bitcoin ETP por parte de los inversores institucionales y ha avanzado que, “si hay más demanda para invertir en criptodivisas además del bitcoin, estudiaríamos muy de cerca con nuestros inversores el lanzar otros productos cotizados para que pudieran invertir en cada una de ellas por separado”, como el ethereum. “Es una tendencia que ha venido para cambiar el mundo”, sostiene la ejecutiva.