Rob Almeida (MFS) indica el camino para invertir en compañías de calidad: "Europa tiene menos riesgo ASG"
El estratega mundial de MFS Investment Management prima las grandes capitalizadas de Europa en su búsqueda de los flujos de caja.
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Calidad, calidad y más calidad. Esa es la pauta empresarial con la que Robert M. Almeida, estratega de inversión mundial en MFS Investment Management, recomienda posicionar las carteras para los próximos meses. Más allá de si es en acciones o bonos, lo que importa ahora es que las compañías generen flujo de caja, algo que les dota de un aspecto defensivo en mitad de la incertidumbre. Y para terminar de blindarse, la sostenibilidad, donde “Europa tiene menos riesgo ASG”.
El gestor de carteras de la firma con sede en Boston (Estados Unidos) aboga por abstraerse de las quinielas sobre qué, cuándo y cuánto harán los bancos centrales como la Fed o el BCE. “Basta con entender la dirección del viaje, independientemente de si se hace una subida de tipos de 50 o 75 puntos básicos”, en referencia a la Fed americana.
“Lo que prima ahora es que la política monetaria de los bancos centrales está dictada por la inflación en la economía real, que ya es diferente a lo que ha ocurrido en los últimos 15 años. La nueva dirección del viaje es que tienen que endurecer su política porque la inflación está dañando a la gente real. La gente está teniendo que elegir entre pagar el alquiler o poner gasolina en su coche”, advierte.
Por eso, este proceso de normalización o endurecimiento tras años de políticas monetarias ultraexpansivas va a acelerar lo que Almeida califica como “la década de los beneficios empresariales”. Esto es, que el mercado vuelve a prestar atención a los fundamentales de las compañías.
Hoy día, los márgenes empresariales en Europa, EEUU y parte de Asia están entre un 30% y un 35% por encima de 2020, año de la pandemia, si bien el mercado descuenta una caída del 15% al 20% en caso de recesión. El experto de MFS no se atreve a pronosticar si vendrá o no una recesión global, pero sí estima que, de producirse, los márgenes podrían verse más deteriorados que lo descontado, hasta un 40% o 50%.
Duro con las empresas americanas
De ahí que su mantra sea concentrarse en los flujos de caja de las empresas. “Al final del día, son los que marcan el precio de los activos”. Por tanto, la senda de la calidad le lleva en estos momentos a las compañías ‘todoterreno’.
“Para nuestras carteras y fondos, buscamos compañías que naveguen y sobrevivan a cualquier cosa que venga, que se beneficien proporcionalmente ‘después de las palabras’ de los políticos o banqueros centrales”. En ese sentido, da igual si empresas médicas o grandes consultoras, “lo que prevalece son las compañías que integran software o cloud computing”. “Estas empresas proveedoras de servicios que venden partes de la cadena de valor a otras compañías son las empresas que los inversores siempre deberían tener” gracias a sus características defensivas.
Para ser más concretos, Almeida se vuelca con las grandes capitalizadas porque “tienen una estructura de costes más flexible y pueden recortarlos en un entorno de decrecimiento si lo necesitan”. Pasando al segundo filtro, mejor Europa que EEUU debido a sus “menores riesgos en los terrenos medioambiental, social y de gobierno corporativo (ASG)”.
El estratega de MFS se muestra bastante crítico con el peor desempeño social y medioambiental de las empresas estadounidenses. “Las compañías americanas tienen el mayor riesgo de margen empresarial porque están apalancando su balance sobre el dolor de la gente y extrayendo las que más su renta del medio ambiente”. Y si lo dice una gestora cuyo cuartel general está en Massachusetts, por algo será.