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Se abre una nueva etapa política en el Reino Unido. Carlos III de Inglaterra, el nuevo rey tras la muerte de la longeva Isabel II, asume los mandos de la monarquía parlamentaria más asentada del mundo. Casi todo se sabe de él: su edad, sus parejas, sus aficiones deportivas… Pero lo que no todo el mundo conoce es su vertiente naturalista e inversora.

Desde hace muchos años, siendo Príncipe de Gales, ya se había despertado en Carlos el interés por el capital natural. En 2021, sus preocupaciones ambientalistas y de sostenibilidad tomaron forma en la Alianza de Inversión en Capital Natural (NCIA, por sus siglas en inglés), establecida por Carlos de Gales en el marco de su Iniciativa de Mercados Sostenibles.

El objetivo de esta alianza es trabajar codo con codo con la industria de gestión de activos y levantar financiación privada para canalizarla de una manera efectiva hacia oportunidades de inversión en capital natural.

[El rey Carlos III de Inglaterra, activista contra el cambio climático]

En 2020, el banco privado suizo Lombard Odier lanzó un fondo de inversión inspirado por el Príncipe de Gales que busca aprovechar el poder regenerativo de la naturaleza: LO Funds-Natural Capital, que ya suma 680 millones de euros en activos bajo gestión.

Pocos meses más tarde, ya en 2021, Lombard Odier se puso de acuerdo con HSBC Pollination Climate Asset Management y Mirova, una filial de Natixis Investment Managers, para fundar la NCIA con el Príncipe de Gales como promotor.

Movilizar 10.000 millones

“Se estima que la contribución de la naturaleza a la economía global tiene un valor de más de 125 billones de dólares anuales, más que el PIB conjunto de todo el mundo. Si construimos soluciones basadas en la conservación y la naturaleza en nuestra base de activos y en las cadenas de suministro, podremos impulsar un crecimiento económico significativo para países y empresas por igual, incluyendo áreas como la bioeconomía circular, el ecoturismo y la infraestructura pública verde”, señalaba el Príncipe de Gales en la presentación de la Alianza.

Su primera meta pasaba por movilizar 10.000 millones de dólares en temas de capital natural en todas las clases de activos para 2022. La ‘Terra Carta’ sirve como mandato de orientación para la Iniciativa de Mercados Sostenibles. Este plan integral de recuperación del planeta pone el foco en la adopción de formas de producción amigables con el medioambiente, una sistemática que las empresas del sector privado deberán incorporar por completo antes de 2030.

La 'Terra Carta'

Algunas empresas españolas ya cuentan con el sello real de ‘Terra Carta’, tales como Acciona, Atlántica, Iberdrola, Inditex y Santander.

Desde la fundación de la NCIA, el número de miembros ha aumentado hasta la quincena. También se han adherido grandes firmas de inversión como Fidelity, Federated Hermes, Schroders o Impax Asset Management, entre otras. La senda está clara: transformar el capitalismo para salvar el planeta.

La sequía, los incendios, las inundaciones y, sobre todo, la creciente factura energética por el conflicto ruso son el caldo de cultivo 'perfecto' para que la Alianza crezca y mueva a más inversores a lo largo y ancho del mundo. Su intervención en la One Planet Summit fue aplaudida tanto por la comunidad financiera como por los científicos. Su coronación dará un altavoz sin precedentes a la oportunidad de invertir en los recursos naturales del planeta. Que, además, son rentables.