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Aunque el 2022 está siendo el peor año para los mercados financieros en décadas, tiene un lado bueno. “Ya es factible conseguir un 3% o 4% de rentabilidad sin riesgo en bonos y acciones”, asegura Santander Wealth Management & Insurance.

La rama de banca privada, gestión de activos y seguros del banco cántabro ha presentado sus perspectivas de mercado y estrategia de inversión para 2023. Sus expertos parten de la base de que, a corto plazo, la noticia más positiva es que ya se pueden conformar carteras de renta fija anclándose en las curvas de deuda europea y estadounidense.

Esa parte conservadora ya se mueve -o se moverá en los próximos tres meses- en rendimientos anuales de entre el 3% y el 5%, respectivamente, en lo que toca a la renta fija. A eso habría que añadirle una rentabilidad por dividendos de la bolsa del 3,5% en promedio. “Estos niveles eran una quimera hace sólo unos meses”, recuerdan los gestores de Santander Asset Management.

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La visión de la gestora es que la inflación haya hecho pico en este cuarto trimestre del año, que se produzca una pausa en las subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales entre el primer y el segundo trimestre de 2023, y que la Fed e, incluso, el BCE lleven a cabo su famoso pivote en la política monetaria (que vuelvan a bajar tipos) durante el tercer o cuarto trimestre de 2023.

El momento de los bonos es ya mismo, y “a partir de la segunda mitad de 2023, podremos ver la recuperación de activos más cíclicos como la bolsa”, creen en Santander AM.

En renta variable, la firma encuentra las mayores oportunidades de inversión en sectores como biotecnología, ciberseguridad, foodtech, robótica, sostenibilidad y energías renovables.

De lo que están seguros en la gestora es que, pese a la incertidumbre económica y geopolítica actual, agravada por la guerra rusa en Ucrania, “vemos improbable que se produzcan ajustes económicos similares a los ocurridos en la gran crisis financiera de 2008 o la tecnológica de 2000”.

De China al Ibex

Un aspecto que destaca Santander AM es el previsible nuevo empuje de China. Su proyección sobre el gigante asiático es que su PIB crezca un 4,5% el año que viene, menos de lo esperado por los más optimistas del mercado, si bien “lo más importante será su efecto comparativo con respecto al frenazo de 2022” y, sobre todo, que “será una válvula de escape para la industria de Alemania”, ya que la locomotora de Europa está en horas bajas, máxime desde la sequía de este verano y dada su alta dependencia energética de Rusia.

Santander Wealth Management & Insurance también se muestra muy positivo con el Ibex 35, a pesar de que algunos bancos de inversión se temen que el 2023 le siente mal a la bolsa española por los tipos al alza, el recorte de beneficios empresariales y las elecciones en España.

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“Somos constructivos con el Ibex. Tiene un punto de partida muy interesante, con valoraciones PER entre las 11 y 12 veces. Además”, pone en contexto Jacobo Ortega, director de Inversiones de Europa de Santander AM, “le beneficia su perfil defensivo con tan altos dividendos, aun con inflación tenemos industrias capaces de fijar precios que el mercado no ha tenido en cuenta y la gran exposición a Latinoamérica ahora nos beneficia”.

Ortega descuenta que los bancos centrales latinoamericanos serán de los primeros en bajar tipos y “eso ayudará a las empresas españolas”.

Finalmente, el brazo de inversión de Santander apunta hacia activos reales como infraestructuras, inmuebles, capital riesgo y deuda privada como complemento para unas carteras que en 2023 ganarán visibilidad a medida que pasen los meses.