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Se cumplen 10 meses del inicio de la guerra rusa en Ucrania y ya se puede hacer balance de algunos datos económicos y financieros del conflicto. Uno de ellos, quizá el menos dañino para los inversores, es que el corralito que se produjo en los fondos de inversión a raíz del desplome de los mercados y el cierre de la Bolsa de Moscú apenas ha afectado a 3.052 partícipes, cuyo patrimonio en estos productos era de 88 millones de euros.

Así se desprende de un informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre la ‘Intermediación financiera no bancaria en España’ en 2021. Aunque el documento versa sobre el anterior ejercicio, tiene algunos apéndices sobre este mismo 2022, caso de la guerra en Ucrania.

En el ámbito de los fondos extranjeros que se comercializan en España, que son donde se concentran las inversiones en los países de la Europa del Este y Rusia -son prácticamente los únicos que tienen fondos temáticos de esta región-, se han identificado un total de 21 vehículos que comunicaron la suspensión de negociación de alguno de sus compartimentos.

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El volumen de inversión de estos fondos era de 88 millones de euros, y contaban con 3.052 partícipes. Una cuantía sin demasiada relevancia si se la compara con las estimaciones provisionales y el gran revuelo que se levantó en los primeros compases de la invasión y, sobre todo, con el patrimonio total que hay en los fondos de inversión, ya sean de entidades españolas o internacionales.

De su lado, entre los fondos españoles solamente se han detectado 11 productos con exposiciones a valores rusos o ucranianos superiores al 1%, “sin incidencias relevantes en relación con la valoración de los activos”, resalta la CNMV. Un total de cinco vehículos activaron el mecanismo de reembolsos parciales. En ellos, la exposición a los valores suspendidos oscilaba entre un mínimo del 4,2% y un máximo del 16,3%.

Pasar la página financiera

“Por la parte no afectada por las suspensiones, todas las instituciones continuaron atendiendo los reembolsos con normalidad”, tranquiliza el supervisor financiero.

Lo cierto es que, a tenor de las cifras publicadas por la CNMV y en base a las carteras presentadas por las gestoras a cierre de 2021, mes y medio antes del comienzo de la guerra, la exposición de los fondos españoles a Rusia y Ucrania ha permitido concluir que esta era “muy reducida”.

A finales del año pasado, dicha exposición se estimaba en un importe cercano a 350 millones de euros (apenas el 0,10% del patrimonio de los fondos y sicavs), de los cuales 183 millones eran activos de renta fija, si bien sólo 6,3 millones correspondían a deuda pública rusa.

“Durante las primeras semanas de la guerra, se observó que esta exposición caía a menos de la mitad (hasta una cifra cercana a los 116 millones de euros), como consecuencia de las ventas de activos y de las caídas en las valoraciones”, pone en contexto el organismo regulador.

Transcurridos 10 meses de conflicto en Ucrania, la CNMV pasa página y califica de “prácticamente irrelevante” el efecto de la guerra en los fondos de inversión que tienen contratados los clientes españoles.