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Dos mensajes clave son los que ha dejado Amundi, la mayor gestora de inversiones en Europa, para un 2023 que también se prevé convulso: la estanflación -estancamiento económico con alta inflación- persistirá, un panorama donde España será el único país de la eurozona capaz de solventar positivamente el próximo año.

Ha sido Víctor de la Morena, director de Inversiones de Amundi Iberia, quien ha tomado la palabra en la presentación del grupo galo ante la comunidad inversora española. Su escenario central, al que dan un 70% de probabilidades de que ocurra, vaticina un periodo de “estanflación con divergencias crecientes y persistentes”.

Todo ello tras un 2022 que se ha convertido en el peor ejercicio para los mercados de bonos y acciones en términos reales en los últimos 50 años, donde lo único que ha funcionado en las carteras han sido el petróleo, las materias primas y el dólar.

De cara al ejercicio que está a punto de comenzar, Amundi estudia diversos riesgos económicos o geopolíticos que podrían materializarse en los parqués. La escalada bélica (con un 25% de probabilidades); la caída de beneficios a nivel mundial, con un crecimiento global inferior al 3%, así como una recesión en China (con posibilidades del 20% en ambos casos) son los tres riesgos que más de cerca vigilan sus expertos.

En lo tocante a la guerra rusa en Ucrania, sus expertos geopolíticos anticipan como el desenlace más probable (35%) un alto el fuego en el segundo semestre de 2023, lo que llevaría a un final del conflicto, si bien las opciones secundarias -que la guerra se alargue durante años y una confrontación directa con Occidente y la OTAN- cuentan con un 25% de posibilidades cada una, no muy alejadas del escenario más deseado.

[La Fed y el BCE asumen que la inflación no bajará al entorno del 2% hasta al menos 2025]

De la Morena ha dejado entrever las proyecciones del grupo en dos de las variables económicas que más debate están generando entre los inversores. Por un lado, estima que la zona euro en su conjunto, Alemania e Italia registren un frenazo de su PIB real en 2023; frente a una Francia que se quedaría plana y España, el único gran país del Viejo Continente con un “ligero crecimiento” el año que viene.

Por otro, dónde prevén que terminen los tipos de interés oficiales tras la senda alcista de los principales bancos centrales desarrollados. Según Amundi, la Reserva Federal estadounidense (Fed) acabaría este ciclo de subidas con sus tipos en el 5,25%; el Banco de Inglaterra (BoE), en el 4,5%, y el Banco Central Europeo (BCE) dejaría el precio del dinero en el 2,5%.

Renta fija y, más tarde, bolsa

Como ha ilustrado Amundi Iberia, los dos activos financieros más baratos ahora mismo por valoración son la bolsa europea y los bonos europeos de más calidad crediticia. No obstante, su estrategia de inversión para el 2023 conllevará dos fases bien diferenciadas.

En la primera parte del año, donde los nubarrones económicos todavía estarán presentes, apostarían por la deuda gubernamental y el crédito de mayor calidad, serían cautelosos con el crédito de peor calidad y alto rendimiento, y selectivos en los bonos emergentes en euros o dólares.

A medida que avance el ejercicio y el panorama se despeje, hacia el segundo trimestre, empezarían a añadir renta variable global y a buscar algo de renta variable emergente “de forma selectiva”, para acabar explotando en el segundo semestre oportunidades de valor profundo (deep value) en bolsa, los sectores cíclicos, las pequeñas cotizadas y los mercados emergentes.

A todo esto habría que sumar la reapertura de China “a partir de finales de enero de 2023”, algo que “será positivo para la propia China, el crecimiento global y el resto de emergentes”, sobre todo México, Brasil, Colombia, el resto del sudeste asiático e, incluso, algunos países desarrollados vecinos de la región como Japón o Australia.