El 'venture capital' espera la llegada de nuevas plataformas europeas con las leyes de Startups y Crea y Crece
Se crea un pasaporte europeo para el mercado común y se facilita la agrupación de inversores con vehículos intermedios.
El ecosistema emprendedor y el sector de la inversión encaran un 2023 con más competencia debido a las nuevas leyes de Startups y Crea y Crece, pero también con más facilidad para hacer negocio y para competir con las mismas reglas del juego que en el resto de mercados del Viejo Continente. De hecho, la industria del venture capital espera la llegada a España de nuevas plataformas europeas de capital privado tras la entrada en vigor de estas dos normativas.
A priori, estas leyes conseguirán impulsar la creación de startups, la atracción de talento y la inversión en el ámbito nacional e internacional. Algo de vital importancia en un momento en el que el capital riesgo está sufriendo un parón y hasta el segundo semestre de este año como pronto parece que no volverá a arrancar.
De la Ley de Startups destacan varias medidas que beneficiarán tanto a inversores como a emprendedores. Por ejemplo, se mejora en la creación de empresas. Antes, el plazo para poner en marcha un proyecto era de 10 a 15 días, mientras que ahora se puede formalizar entre seis horas y cinco días, de forma telemática.
Además, el tipo general del Impuesto de Sociedades se reduce del 25% al 15% durante un máximo de cuatro años desde que el primer año de la base imponible es positiva. El volumen máximo de negocio para ser considerada startup se fija en 10 millones de euros, y una empresa deja de ser considerada emergente a los cinco años de su creación.
Por otro lado, la base máxima de deducción por inversiones en empresas emergentes pasa de los 60.000 a los 100.000 euros y el tipo de deducción, del 30% al 50%. Y en las stock options se eleva la exención de tributación desde los 12.000 a los 50.000 euros anuales.
El nuevo marco regulador ha puesto mucho mimo en los llamados nómadas digitales. Por esta razón, se les ha creado un régimen tributario especial para que puedan declarar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para no residentes, y se ha creado un visado ligado al teletrabajo que da capacidad de entrada y residencia en España por un año.
Ramón Saltor, cofundador y consejero delegado de Dozen Investments, ha sido uno de los asesores en el desarrollo normativo de la citada ley. Valora muy positivamente los términos a los que se ha llegado porque “hay startups españolas que están compitiendo a nivel internacional con gigantes de los grandes mercados u otras startups de mercados desarrollados”, y de lo que se trata es de darles visibilidad de cara a los inversores y que se sigan creando otras nuevas.
Saltor recuerda que insertar una proporción de entre el 10% y el 20% de startups en una cartera tradicional de acciones, bonos y liquidez sirve para diversificar el riesgo y potenciar -“y mucho”- la rentabilidad. Y ahora hay menos trabas para ello. “No hay que limitar al inversor por el miedo a perder el dinero. Más bien hay que educarle y darle herramientas para que haga las mejores inversiones posibles”, subraya.
En paralelo, también está en activo la Ley Crea y Crece. Ha servido para establecer criterios dentro del sector del crowdfunding y para facilitar la inversión extranjera. Esto permite que ambas leyes se impulsen una a otra y mejore el ecosistema emprendedor de nuestro país.
Tres claves para los inversores
Con esta normativa, se crea un pasaporte europeo para que las plataformas que se dedican a la financiación participativa puedan operar en todos los países del mercado común. También facilita la agrupación de inversores mediante la creación de vehículos destinados a participar en la financiación de proyectos. Normalmente, sociedades limitadas.
En adelante, se podrán crear sociedades limitadas, cualquier otro vehículo español autorizado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) u otro vehículo europeo para sindicar inversores.
“Antes había plataformas extranjeras captando startups e inversores en España, pero las españolas no podíamos ir fuera. Ahora sí, todos los que compitamos en España, competiremos con las mismas reglas, ya que hasta ahora había extranjeros compitiendo aquí, pero con las reglas de su país”, rememora el ejecutivo de Dozen.
Aunque esto conllevará un incremento de la competencia: “Vendrán más plataformas europeas, puesto que España es un país muy atractivo para las plataformas”. No obstante, cree Saltor, esto “dará lugar a plataformas más rentables y sostenibles” que las actuales.
En opinión de Manu Nieto, cofundador de First Drop VC, el sector del capital riesgo se verá potenciado por las nuevas leyes, “principalmente por el incentivo que supondrá a nivel fiscal para inversores y startups que estén en fases más avanzadas”. Y esto, “sin duda, atraerá talento internacional que situará a España en el eje de emprendimiento ya sea por calidad de vida o por ventajas fiscales”.
El gestor de este fondo enumera varias oportunidades de inversión que tienen que ver con cambios sociales “muy fuertes” a la hora de alimentarse (nuevas proteínas), de moverse (vehículos más sostenibles) o de comprar (ropa de segunda mano) dentro de lo que es la economía de impacto. Así como la Web3, una nueva era digital que combina tecnología blockchain, la descentralización y una economía de tokens.
Tecnología
Sin embargo, deja entrever Nieto, este impulso “debe continuar con mejoras en las condiciones de contratación para las startups y los recursos destinados al emprendimiento en materia tecnológica”.
Un tercer aspecto de la Ley Crea y Crece es que amplía hasta 5 millones de euros la captación de fondos en un año sin distinción entre inversores acreditados y no acreditados.
José del Barrio, cofundador y director del fondo Samaipata, considera que, “más allá del clima financiero y sus repercusiones, 2022 ha sido un buen año para la innovación tecnológica”. Aunque es de esperar que los niveles de inversión en startups en España estén ligeramente por debajo de los de 2021, que fue un año récord.
Samaipata apunta que la digitalización de personas y negocios prosigue su “camino imparable” y que nuevas oportunidades continuarán emergiendo.
“Los avances tecnológicos continúan su curso y durante la última década el venture capital se ha consolidado como catapulta al mercado de las aplicaciones comerciales de la tecnología”, en palabras de Del Barrio, para quien “los retornos de los fondos venture dependen fundamentalmente de las oportunidades a nivel tecnológico y de negocio más que de los vaivenes de los mercados financieros”, y en Samaipata siguen siendo “muy optimistas” de cara a los próximos años en Europa.