Sergio Ortega
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El cuidado del medioambiente se ha convertido en uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos como sociedad. Los problemas derivados de la crisis climática son cada vez más palpables y, sin embargo, los acuerdos quedan en grandes palabras, pero de poca concreción.

Las sucesivas cumbres del clima acaban con un cierto ánimo de desaire, ya que tras exponer un panorama desolador si no revertimos la situación, finalmente, acaban con un acuerdo de mínimos o con acuerdos que, pasados los años, han quedado en nada.

Aun así, cada día son más las personas comprometidas con un mundo más limpio y verde. En este contexto, son muchas las empresas que apuestan por mejorar sus procesos, promover cambios responsables y poner en el foco de su actividad el cuidado del medioambiente.

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Esta tendencia se ha demostrado doblemente rentable. En primer lugar, para la sociedad en su conjunto con los beneficios que esto conlleva. Y en segundo lugar, en términos económicos.

No en vano, la categoría de fondos de inversión de ecología, que recoge aquellos productos que invierten en energías renovables, protección al medioambiente y el cambio climático, se sitúa como la más rentable en los últimos 5 años, con una rentabilidad de un 87,66% en este periodo, lo que supone un 13,41% de forma anualizada, según datos de VDOS, y un 49,27% a 3 años.

Fondos

Entre los fondos más destacados encontramos el BGF Future of Transport, que en su clase E2 en euros obtiene un rendimiento de un 54,33 % a 3 años y el presente año lo ha comenzado con un avance de un 10,22 %, datos que le sitúan con un Rating VDOS 5 estrellas.

Gestionado por Alastair Bishop, Hannah Johnson y Charles Lilfort, se trata de un fondo, con criterios ASG que persigue objetivos explícitos de sostenibilidad (artículo 9 SFDR) invirtiendo al menos el 70% de sus activos en valores de renta variable de empresas de todo el mundo cuya actividad económica predominante comprenda la investigación, desarrollo, producción y/o distribución de tecnologías utilizadas y aplicadas al transporte.

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Con datos a 30 de diciembre, el fondo tenía sus posiciones mayoritarias en activos de tecnología (41,03%), seguido de industriales (20,76%) y materiales básicos (14,06%). Con una inversión inicial mínima de 5.000 euros, el fondo tiene un horizonte mínimo de inversión de 5 años.

Por su parte, el Erste WWF Stock Environment EUR R01 VTA acumula una rentabilidad a 3 años de un 52,03%, siendo esta de un 4,06% a un año. El fondo, artículo 9 SFDR, invierte en todo el mundo principalmente en empresas del ámbito de la tecnología medioambiental.

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El proceso de inversión del fondo se basa en el análisis fundamental de las empresas. La selección de valores se realiza centrándose en empresas en las que pueda identificarse un beneficio medioambiental y que operen principalmente en los ámbitos del tratamiento y suministro de agua, reciclaje y gestión de residuos, energías renovables, eficiencia energética y movilidad.

El fondo cuenta con un consejo asesor sobre medioambiente creado por WWF y dona a esta misma organización parte de la comisión de gestión del fondo. En su último cierre mensual, el fondo contaba con un 40,70% de su cartera en el sector de energía renovable, seguido de eficiencia energética (16,80%) y residuos y reciclaje (12,70%).

Por su parte, el Nordea 1-Global Climate and Environment Fund en la clase BC en euros logra un avance a 5 años de un 70,16% y de un 3,17% en lo que llevamos de 2023, con una volatilidad a un año de un 21,77%.

El fondo artículo 9 SFDR, está gestionado por Thomas Sorensen y Henning Padberg y pone el foco en empresas que desarrollan soluciones respetuosas con el clima y el medioambiente, como energías renovables y en la eficiencia de los recursos. Por sectores, está invertido principalmente en industria (35,9%), materiales (21,5%) y tecnologías de la información (20%).

No cabe duda de que la inversión con criterios ASG está en auge y, sin duda, la buena marcha en términos económicos no hace más que profundizar en este crecimiento, ya que facilitará a incorporar no solo a los inversores por convicción, sino también a aquellos exclusivamente interesados en el rendimiento económico.

*** Sergio Ortega es responsable de comunicación de VDOS