Abelló, Leopoldo del Pino o la familia Real de Asúa (CVNE), los ilustres clientes de Credit Suisse que se rifa la banca
Citi, JPMorgan, Julius Baer, Safra, Santander o BBVA ya están 'pescando' en el río revuelto de la banca suiza.
El secreto mejor guardado por los bancos es quiénes son sus clientes. No qué tipo de clientes tiene, que se presupone. Sino cuáles son sus nombres y apellidos, sobre todo en el negocio de las grandes fortunas. Un nicho donde un puñado de cuentas mueven miles de millones. En el caso de Credit Suisse, recientemente rescatado y vendido por la vía de urgencia a su máximo rival UBS, el misterio se protege bajo muchas llaves para que no cunda la desconfianza y se le dificulte así a la competencia el llevarse a sus reputados clientes.
Un selecto grupo de clientes en España en el que, no obstante, y como ha podido confirmar EL ESPAÑOL-Invertia con fuentes próximas, abundan nombres ilustres como Juan Abelló, Leopoldo del Pino, la familia Bernar Real de Asúa, Antonio Asensio Mosbah o la familia Herrero, entre otros. Toda la banca se rifa la gestión de sus patrimonios tras la crisis y caída de Credit Suisse.
Con los primeros rumores de resolución o venta forzada hace dos semanas, algunos clientes de Credit Suisse en nuestro país ya emprendieron la mudanza de su capital hacia Deutsche Bank, el banco que más agresivamente se ha mostrado en el último año a la hora de captar banqueros y clientes de los bancos suizos en problemas.
Pero el castigo bursátil que el mercado propició a la acción de Deutsche, diagnosticándole los inversores un futuro similar al del propio Credit Suisse, lo que disparó el precio de sus seguros de impago (CDS, por sus siglas en inglés), hizo que los clientes españoles que aún no habían dado orden de salida hacia el banco germano se lo pensaran dos veces.
Es ahí donde entraron en juego entidades americanas como Citi o JPMorgan, que durante los últimos días han explotado mejor que nadie el descontento y el miedo en Credit Suisse. Igualmente han aprovechado el frenazo de Deutsche en la captación de saldos desde el anterior.
Cerrar o vender en España
Todos estos grupos comparten características comunes más allá de si su nacionalidad es helvética, alemana o estadounidense: son multinacionales históricas y muy reconocidas que acostumbran a trabajar con los grandes inversores privados, empresas e instituciones de cada país; tienen fuertes balances y capacidad para operar tanto en el activo como en el pasivo, y disponen de banca corporativa y de banca privada.
Según fuentes financieras, otros bancos suizos de menor tamaño como Julius Baer o J. Safra Sarasin también han ‘pescado’ en río revuelto, lo mismo que la gran banca española, caso de Santander o BBVA.
Cabe recordar que, como adelantó este periódico, UBS no podrá operar con la filial de Credit Suisse en España por la cláusula de no competencia de tres años que selló con Singular Bank cuando le vendió su negocio de gestión de patrimonios. Por tanto, UBS tendrá que cerrar o vender Credit Suisse España, que administra en torno a los 10.000 millones de euros.
De ahí que toda la banca y las firmas de inversión independientes se rifen a los célebres clientes del suizo. De entre los mencionados, algunos cuentan con sicav propia, y los que no la tienen es porque mantienen carteras de acciones, bonos y fondos de inversión. Paralelamente, muchos de ellos tienen concedidos créditos personales o empresariales.
CVNE o el Banco Herrero
Su principal cliente es el magnate y terrateniente Juan Abelló, presidente de honor del holding Torreal. Es la séptima persona más rica de España y su fortuna asciende a 2.800 millones de euros, según la lista Forbes, un patrimonio del que Credit Suisse gestiona una buena parte. La sicav Inversiones Naira, con más de 100 millones, da cuenta de sus inversiones financieras.
Normalmente, este tipo de personalidades públicas reparten la gestión de su fortuna entre varias entidades: dos o tres bancos privados (con predominio de los extranjeros), a los que a veces apoya el family office de la saga familiar, y al menos un gran banco español.
Leopoldo del Pino, cuarto accionista de Ferrovial y hermano del actual presidente de la compañía de infraestructuras, Rafael del Pino, también ocupa un hueco relevante en el negocio ibérico de Credit Suisse. Su fortuna total es de 1.700 millones y en el banco suizo se aloja su sicav Swift Inversiones, con más de 330 millones, según los últimos datos disponibles en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La sicav Platino Financiera, de los Asensio (Grupo Zeta, que fue adquirido por Prensa Ibérica), es otro de los referentes de Credit Suisse. Aglutina 90 millones de euros.
Con todo, cada sicav es un mundo en sí misma. Mientras que la sociedad inversora de Abelló se autogestiona, la de Leopoldo del Pino dio un mandato para gestionar su cartera a Miraltabank y la de los Asensio tiene delegada su gestión entre Abante, JPMorgan y Talenta.
Otros clanes familiares que suelen desfilar por las oficinas de Credit Suisse son los Herrero, herederos del antiguo y ovetense Banco Herrero, que fue absorbido por Banco Sabadell, o los Real de Asúa, propietarios de las bodegas riojanas de la Compañía Vinícola del Norte de España (CVNE).
La fortuna de los banqueros descendientes de Herrero oscila entre los 250 y los 300 millones de euros, mientras que el patrimonio total de los bodegueros de Haro se mueve entre los 60 y los 70 millones, de acuerdo a las aproximaciones realizadas por varias fuentes del entorno de Credit Suisse y UBS. Estos últimos tienen en el banco suizo la sicav Siglo XXI Bolsa, con 5,5 millones de euros en activos.
Con clientes de tan alto postín, es normal que prácticamente todos los grandes bancos internacionales y españoles con divisiones de banca privada y corporativa estén al acecho del devenir de Credit Suisse en nuestro país. Atraer a uno o varios de estos inversores garantizaría una buena suma de comisiones. Todo dependerá de qué haga UBS para no vulnerar la cláusula anticompetencia con Singular Bank.
Koplowitz y UBS
Precisamente, el nuevo propietario de Credit Suisse -la operación se formalizará a finales de 2023- sabe bien lo que supone dejar escapar a un gran cliente en una transacción corporativa. Alicia Koplowitz tenía un crédito de 200 millones de euros con UBS que Singular no pudo retener. La normativa bancaria le hubiera hecho consumir 40 millones de capital al banco privado de Javier Marín por mantener el crédito de la empresaria.
En su momento, Koplowitz conformó ese crédito con una pignoración sobre acciones de Acerinox, relata una fuente conocedora. Como Singular Bank no tenía el capital suficiente, el crédito de la aristócrata se lo quedó BBVA, banco que, por otra parte, ya administra junto a Omega Capital la sicav de Koplowitz: Morinvest.
Antes de su retirada de España, UBS contaba con unos 1.000 millones de euros -sobre unos activos totales traspasados a Singular de 14.000 millones- en préstamos. De esa partida de crédito, el banco de Marín ha perdido los tres o cuatro mayores préstamos por la misma razón que con Alicia Koplowitz.