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La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) pone en tela de juicio el modelo de negocio de los agentes financieros en España, unos profesionales que han ganado protagonismo en la última década tras los numerosos expedientes de regulación de empleo (ERE) que ha llevado a cabo la banca. El supervisor ha encontrado deficiencias en su retribución, formación, asesoramiento o exclusividad con la que trabajan.

Los agentes financieros son profesionales que dan un servicio de inversión, pero trabajan como autónomos para una entidad concreta. Esto es, no forman parte de su plantilla -aunque siguen sus protocolos- y suelen cobrar casi todo en concepto variable.

Tras los cambios introducidos en la regulación aplicable por MiFID II, la CNMV ha realizado diversas actuaciones de supervisión. “Estas acciones han puesto de manifiesto algunas incidencias que, en general, ya han sido solventadas por las entidades. No obstante”, añade el supervisor de los mercados, “conviene trasladar tales prácticas al conjunto del sector, para su conocimiento y para que sean evitadas”.

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Como, generalmente, los agentes suelen tener una remuneración 100% variable, “deberá adoptarse un esquema de remuneración que se ajuste al principio de neutralidad, de manera que no favorezca unos productos frente a otros de la misma tipología, que no incluya aceleradores, y que incorpore de forma significativa criterios cualitativos y no solo cuantitativos que favorezcan el cumplimiento de las normas de conducta”, señala el organismo.

Todo ello para que “los agentes actúen de manera honesta, imparcial y profesional, de conformidad con el mejor interés de los clientes” y evitar los conflictos de interés, como se expone en el comunicado de la institución reguladora.

Presentar clientes

También se han observado “algunos casos” en los que “los agentes no cuentan con la formación exigida para poder informar y asesorar sin supervisión o casos en los que el número de agentes actuando bajo la supervisión de un mismo responsable es demasiado elevado”.

En este sentido, la CNMV ha detectado la “necesidad de establecer con mayor nivel de detalle los criterios y metodologías de asesoramiento empleados por los agentes, implementando sistemas de control que permitan verificar que se ajustan, razonablemente, a las indicaciones centralizadas impartidas por las entidades”. Puesto que un agente no puede prestar su propio asesoramiento de forma autónoma.

Otra preocupación que tiene el supervisor es que se han detectado agentes de entidades de crédito que no figuran inscritos en el correspondiente registro del Banco de España o que no prestan el servicio en régimen de exclusividad.

Por último, se ha registrado, “con cierta frecuencia”, la existencia de la figura del prescriptor o presentador de clientes que colabora con una entidad y percibe una remuneración por ello, pero que no figura registrado como agente. “En estos casos, se ha recordado a las entidades que la actividad de comercialización de servicios y actividades de inversión y la captación de clientes es una actividad reservada, que solo pueden realizar las empresas autorizadas para prestar servicios de inversión o sus agentes (que podrán ser meros agentes presentadores)”, aclara la CNMV.

Mediolanum, la mayor red

El último informe anual de la consultora IntelectSearch muestra que, a cierre de 2022, hasta 7.650 agentes financieros operaban en nuestro país, un 3,8% más con respecto a 2021.

Banco Mediolanum tiene la mayor red de agentes, con casi 1.700, si bien A&G Banco, Bankinter, Santander Private Banking y Andbank controlan las redes con mayor volumen medio por agente.