La inversión sostenible más pura y refinada llega en forma de biodiversidad. Un concepto que Pictet Asset Management lo abarca a través de su nuevo fondo Pictet ReGeneration. El gestor de esta estrategia, Gabriel Micheli, está convencido de que “tenemos que encontrar los problemas antes de que sean detectados por la sociedad y estén establecidos en la agenda pública”.
Normalmente, “cuando un problema medioambiental o social llega al gran público y los organismos internacionales, es porque es demasiado tarde. Sólo se puede mitigar, pero revertirlo ya no es posible”. Bajo esta premisa ha construido Pictet su último fondo de inversión, con una cartera concentrada de alta convicción en unas 50 compañías globales.
“Invertimos en empresas que ayudan a regenerar los ecosistemas y a crear sociedades más resilientes”, explica Micheli en el marco de una entrevista que se produjo en la sede del banco suizo en Madrid. “Otras estrategias ASG sólo se centran en una producción más sostenible, pero luego no vigilan qué pasa con esos productos y dejan de lado su reciclaje y su reutilización”.
Cotizadas como Dassault Systemes, Copart, Tomra, Weyerhaeuser o Bank Rakyat son algunas de las posiciones que pueden encontrarse en el Pictet ReGeneration, que es artículo 9 bajo la SFDR europea.
Más del 50% del PIB mundial depende de la naturaleza y sus ‘servicios’ asociados. Sin embargo, de 1970 a 2015 el número de animales en poblaciones de vertebrados salvajes se ha reducido en un 68%, según datos proporcionados por el comité científico asesor de Pictet.
“Ya hemos tenido seis extinciones masivas y no podemos permitirnos otra. Hay que pensar en las próximas siete a diez generaciones”. El cambio climático es parte de la pérdida de biodiversidad, así como el uso del agua. Un drama, una emergencia planetaria que ya llega hasta la polinización en algunos lugares del mundo.
Las poblaciones de insectos también están menguando, y eso pone en riesgo la capacidad para cultivar verduras, frutas o semillas. Alerta roja para la alimentación, al tiempo que saltan las alarmas en la economía.
Economía regenerativa
El 90% de la pérdida de biodiversidad se debe a la extracción y procesamiento de recursos naturales, pero únicamente el 8,6% de los recursos que usa el ser humano son reciclados o recuperados.
“La economía que necesitamos es reparadora y permite que el planeta se regenere por sí mismo”, proclama el gestor de Pictet. Por eso, el fondo se adentra en empresas que favorecen la reducción del uso de recursos naturales, la readaptación o ampliación de la vida útil de los productos, la prestación de servicios en una economía más circular y recursos más renovables.
También en compañías que promueven la inclusión social y económica, posibilitando que “más personas formen parte de esta transición hacia una economía regenerativa”.
Con todo, Micheli aclara que “no es un fondo de hidrógeno ni de cosas muy volátiles”, a tenor de las últimas tendencias energéticas. Más bien, “es un fondo de compañías de muy alta calidad”. A diferencia de otras gestoras que están avanzadas en el análisis de la biodiversidad, Pictet AM la entiende “no como un factor de riesgo a tener en cuenta, sino como una temática de inversión en sí misma que puede implementarse con más rentabilidad que las bolsas mundiales”. El equipo de gestión también incluye a Viktoras Kulionis, economista medioambiental, Claire Chamberlin y Yi Shi.
No a las compañías ‘marrones’
De hecho, sostiene Micheli, “la biodiversidad es un buen indicador de la salud del planeta y va a ser la temática de inversión más importante de esta década”. Otra forma de verla es como “la interacción de las diferentes dimensiones ambientales”.
Preguntado por si petroleras y gasistas como Repsol, Total Energies, BP, Eni o Chevron pudieran pasar su filtro al encontrarse en pleno proceso de descarbonización, Micheli es tajante: “No por ahora”. “Sólo introducimos compañías verdes, no marrones. Si en unos años su huella de carbono fuera cero o positiva, podrían entrar. Pero aún estamos muy lejos de ese escenario”, reconoce el experto de Pictet AM.
Al pasar de una economía degenerativa a una regenerativa, gracias a la economía circular, los inversores podrían lograr entre un 2% y un 3% extra de rentabilidad anual sobre la base de la bolsa mundial, medida por el índice MSCI ACWI.