Se cumplen 12 meses desde que el Banco Central Europeo (BCE) puso fin a su política acomodaticia de los tipos de interés. Tras más de seis años en terreno cero o negativo, el 21 de julio de 2022 la institución que dirige Christine Lagarde abrió la senda alcista del precio del dinero en la zona euro.
Comenzó con una primera subida de medio punto porcentual y, un año después, el BCE ya tiene su tipo de referencia (o de refinanciación) en el 4%. La variable que más tiene en cuenta el mercado, la facilidad de depósito, se sitúa en el 3,50%. Y la semana que viene el organismo vuelve a reunirse, un encuentro en el que la mayoría de analistas descuentan una nueva subida de 25 puntos básicos.
En esta normalización de las tasas de interés, los fondos monetarios han vuelto a ganar atractivo. Y no sólo en España, ya que el boom se ha extendido por toda Europa. Estos vehículos son un tipo de fondos de renta fija a muy corto plazo -letras y pagarés- que los inversores ultraconservadores utilizan como ‘hucha’.
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En estos cuatro trimestres, ha sido la categoría de activos que más dinero nuevo ha captado en el conjunto del continente. Las suscripciones netas han alcanzado los 207.692 millones de euros, más del doble que los fondos de renta fija a más largo plazo, con 102.588 millones, según Morningstar.
Los fondos monetarios van recogiendo con algunos meses de decalaje la mayor rentabilidad que el BCE va imponiendo a los cupones de la renta fija. Hasta junio, los fondos ‘hucha’ españoles han ganado un 1,04% y los fondos de renta fija euro a corto plazo, un 1,06%, con datos de Inverco.
Carrera comercial de la banca
Pero, como aseveran numerosos expertos financieros, es previsible que a finales de año o principios del próximo es cuando funcionen a pleno rendimiento, en consonancia con los niveles actuales de tipos.
El apetito por los fondos monetarios es tal, máxime en un país con un perfil de riesgo tan conservador como España, que se ha iniciado una carrera entre las entidades por venderlos a gran escala entre sus clientes. Sobre todo ahora que todavía no están pagando adecuadamente por los depósitos y los ahorradores se estaban yendo a por las letras del Tesoro.
Hace un mes, Deutsche Bank e ING se unían a la carrera de la banca española por los monetarios. El alemán estrenó el DB Corto Plazo y el holandés, apoyado por Mutuactivos, lanzó el Fondo Naranja Monetario. Este viernes ha sido el neobanco MyInvestor quien ha presentado su nueva Cartera Ahorro, destinada a quienes quieran aparcar la liquidez en un producto de bajo riesgo.
Con 1,5 billones de euros, los fondos monetarios domiciliados en Europa aglutinan una cuota de mercado de casi el 12,5%, prácticamente la misma proporción que los fondos mixtos (12,9%), la mitad que los fondos de renta fija (25,1%), aunque mucho menos que los fondos de bolsa (44,5%), se extrae de las estadísticas de Morningstar.