Sergio Ortega (VDOS)
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Invertir en fondos es para muchos un acto complicado por su carácter general a largo plazo. Ser capaz de aguantar los vaivenes del mercado, tendencias alcistas y bajistas y un sinfín de artículos explicando por qué hacer una cosa y la contraria no siempre es fácil.

Sin embargo, ser capaz de mantener las inversiones una vez trazada la estrategia (más allá de posibles correcciones que se puedan hacer en el camino) y no moverse por impulsos vendedores en momentos de pánico, suele ser el camino más rápido hacia el éxito.

No en vano, si nos fijamos en las distintas categorías VDOS, la gran mayoría de ellas cuentan con elevadas rentabilidades en un plazo de 10 años, siendo la categoría sectorial de TMT la más destacada. En esta categoría se enmarcan los fondos que invierten en semiconductores, software, hardware, comunicaciones, medios de comunicación, telecomunicaciones y otros servicios IT.

Su rentabilidad acumulada en la última década es del 325,88%, lo que supone una rentabilidad anualizada de un 15,58%. Le siguen RVI USA con un crecimiento con un 259,72% acumulado, RVI USA (204,42%) y la sectorial de Ecología (180,11%).

Fondos tecnológicos

Entre los fondos de la categoría TMT más destacados a 10 años, denominados en euros y con una inversión mínima inferior o igual a 6.000 euros podemos encontrar el Fidelity Funds-Global Technology en su clase Y de acumulación en euros, con un 551,33% acumulado a 10 años, un 20,58% anualizado, siendo esta rentabilidad de un 61,59% a 3 años y de un 17,42 a un año, con una volatilidad en este mismo periodo de un 19,71%.

Datos estos que le otorgan un Rating VDOS 5 estrellas. Gestionado por Hyunho Sohn, el fondo tiene como objetivo lograr el crecimiento del capital a largo plazo. El fondo invierte como mínimo el 70% (y, normalmente, el 75%) de sus activos en renta variable de empresas de todo el mundo, incluidos los mercados emergentes, que desarrollen ahora o en un futuro productos, procesos o servicios que ofrezcan o se beneficien de mejoras o avances tecnológicos.

El gestor también tiene en cuenta características ESG al valorar los riesgos y oportunidades de invertir. El fondo promueve las características medioambientales y sociales invirtiendo en valores de emisores con características ESG favorables, en línea con el artículo 8 de SFDR.

Por su parte, el Threarneedle (LUX) - Global Technology en su clase DU en euros logra una revalorización a 10 años de un 494,75% (un 19,49% anualizado), con un 64,31% a 3 años y un 14,27% a un año, con una volatilidad a un año también de un 25,53%, datos que le sitúan igualmente con un Rating VDOS 5 estrellas.

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Gestionado por Paul Wick, busca alcanzar una revalorización del capital a largo plazo, invirtiendo a escala internacional principalmente en valores mobiliarios de empresas activas en el sector de tecnología y en otros afines. Las empresas intensivas en tecnología son aquellas que hacen un amplio uso de la tecnología para mejorar sus procesos y aplicaciones empresariales.

El tercero en este particular ranking es el Franklin Technology en su clase W de acumulación en euros con un 440,41% a 10 años (un 18,36% anualizado), siendo esta rentabilidad de un 17,96% a 3 años y de un 15,12% a uno, con una volatilidad también a un año de un 26,78%.

Se trata de un fondo artículo 8 de SFDR con una metodología de calificación propia basada en favorecer a los emisores con un perfil ESG de alta calidad y/o en proceso de mejora.

Gestionado por Jonathan T. Curtis, Dan H. Searle III y Matthew Cioppa, invierte al menos dos tercios de su patrimonio neto en valores de renta variable de sociedades estadounidenses y no estadounidenses que se prevé que puedan beneficiarse del desarrollo, avance y uso de la tecnología, así como de los servicios y equipos de comunicación.

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Entre ellas pueden incluirse los siguientes sectores: servicios de externalización relacionados con las comunicaciones y la informática, servicios tecnológicos, incluidos el software informático, los servicios de datos y los servicios de Internet, tecnología electrónica, incluidos ordenadores, productos de informática y componentes electrónicos, telecomunicaciones, incluidas redes, servicios y equipos inalámbricos y por cable, medios de comunicación y servicios de información, incluida la distribución de información y proveedores de contenidos, semiconductores y equipos de semiconductores, instrumentos de precisión.

El sector tecnológico viene siendo en los últimos años el principal artífice de los cambios que estamos viendo en la sociedad, convirtiéndose del mismo modo en una gran fuente de beneficios para aquellos que han sabido ver el potencial y han resistido las tentaciones de tomar decisiones impulsivas en momentos de incertidumbre.